Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico en el que la persona se caracteriza por despistes, impulsividad, actividad excesiva. Tal abreviatura denota trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Lo más frecuente es que la patología se detecte en niños en edad escolar temprana. Es en la escuela donde se hacen patentes todas las características del comportamiento de este trastorno: incapacidad para estarse quieto, problemas de aprendizaje, violación sistemática de la disciplina.

¿Por qué se produce el TDAH, qué es y cómo tratarlo? Veamos en detalle las causas del TDAH, los síntomas y signos, los métodos de corrección.

Definición del concepto

trastorno por déficit de atención

¿Cómo se descifra el diagnóstico del TDAH? Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. El TDAH es un trastorno neurológico del comportamiento, que se manifiesta por falta de atención, hiperactividad e impulsividad.

La primera vez que se habló de este síndrome fue a principios del siglo XX. Hoy en día es un trastorno reconocido oficialmente. En la CIE-10, el TDAH se clasifica como trastorno hipercinético (F90). Se le asigna el código F90.0. Y en la CIE-11 se refiere a los trastornos neuroontogenéticos, enfermedades en las que la psique funciona mal y produce reacciones patológicas a la información sensorial que llega del exterior.

¿Qué significa que un neurólogo o un psicólogo diagnostiquen TDAH a una persona? Los niños con TDAH no tienen problemas en la esfera intelectual, pero sí en la emocional y volitiva. Debido a la producción insuficiente de determinadas sustancias biológicas, el cerebro de una persona con TDAH funciona de forma diferente. Debido a la alteración de la bioquímica del cerebro, hay problemas de concentración, de asimilación de la información, de asiduidad.

El niño no puede «serenarse», «dejar de enloquecer», «sentarse normalmente» ni hacer ninguna de las otras cosas que le dictan los padres. El TDAH es una enfermedad, cuyas manifestaciones una persona no puede controlar sin ayuda.

Los profesores y los padres deben entender que un niño con TDAH no puede comportarse de forma diferente. No se comporta mal, no hace algo para fastidiarte, no intenta enfadarte, no intimida. Simplemente vive en su norma. Y si le castigas, le regañas por ese comportamiento en lugar de ayudarle, sinceramente no entiende las razones de ese trato. Como resultado, las relaciones con los adultos se estropean y el niño se encierra en sí mismo.

Atención Algunos padres llaman a sus hijos hiperactivos, aunque en realidad esto no es cierto. Si no se hace el diagnóstico, se trata de mala educación, no de hiperactividad.

Causas

Malos hábitos de la madre

En psicología se acostumbra a distinguir varias causas del TDAH. Y lo más frecuente es hablar de la influencia de varios factores a la vez:

  1. La genética. Si uno de los padres tenía TDAH, entonces con una alta probabilidad el trastorno surgirá en el niño.
  2. Hábitos nocivos de la madre. Fumar, el alcoholismo o tomar otras sustancias psicoactivas afectan negativamente al desarrollo del feto y pueden provocar patologías orgánicas.
  3. Embarazo difícil. El estrés, la toma de medicamentos, la mala alimentación, las enfermedades transmitidas… todo ello puede afectar negativamente al desarrollo del feto.
  4. Lesiones e infecciones sufridas por el niño a una edad temprana. Además, los traumatismos de nacimiento, los problemas de columna y los problemas circulatorios también pueden causar TDAH.

A veces, el TDAH aparece como parte de otro problema, es decir, como un síntoma. Por ejemplo, puede ocurrir con el retraso mental o del habla.

El TDAH también puede confundirse con otras afecciones. Por ejemplo, con el estrés de una mudanza u otros cambios bruscos y/o importantes en la vida, un mal funcionamiento de la tiroides, depresión o trastornos del sueño, o intoxicación por plomo.

TDAH en adultos

El TDAH en adultos es poco frecuente, porque la patología se manifiesta precozmente y, por regla general, se trata de inmediato. Es decir, si a un adulto se le diagnostica TDAH, lo más probable es que proceda de la infancia. Pero la mayoría de las personas con TDAH aprenden a vivir con él con éxito. En raras ocasiones, la enfermedad puede desarrollarse en la edad adulta debido a intoxicaciones, traumas y otros trastornos mentales.

Curiosidades Aunque en la mayoría de los casos el TDAH se diagnostica en edad escolar o preescolar, el desarrollo de la patología comienza en la primera infancia (1-3 años), y a veces durante el desarrollo intrauterino del feto.

Signos del TDAH

¿Cómo se manifiesta el TDAH? El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad puede sospecharse por los siguientes signos en el comportamiento del niño:

  • se distrae constantemente;
  • no comprende lo que se le explica;
  • no puede organizar de forma autónoma ninguna actividad ni terminar lo que se ha empezado.

Todo esto puede observarse en el juego, el aprendizaje u otras actividades. Hay problemas en el aprendizaje y en el ámbito del autocuidado doméstico.

En palabras sencillas, es así: el niño se aburre rápidamente con los juguetes, se olvida de una cosa e inmediatamente se deja llevar por otra, su atención se dispersa ante cualquier crujido, sonido. Además, es difícil para el niño hacer el mismo tipo de trabajo, sentarse en un lugar. Hacer cola para ir al médico o viajar en transporte con un niño así se convierte en una pesadilla. Muchos niños empiezan a llorar, a gritar. Algunos tienen una verdadera rabieta.

Preste atención. No siempre el síndrome se manifiesta con hiperactividad, a veces no es TDAH, pero el TDAH — trastorno por déficit de atención con hiperactividad — se nota.

Síntomas

Falta de atención infantil

El TDAH tiene tres síntomas clave:

  1. Falta de atención. El niño se distrae con facilidad, olvida muchas cosas y a menudo las pierde. Le cuesta trabajar siguiendo instrucciones, organizar sus actividades. Incumple sistemáticamente las peticiones y tareas de padres, profesores, tutores, amigos. Desde fuera parece que no escucha a los adultos, que es un gamberro. Por ello, a estos niños se les llama erróneamente difíciles, descuidados.
  2. Hiperactividad. Un niño con TDAH necesita moverse constantemente. Aunque se quede sentado un rato, necesita mover algo con las manos, golpear la mesa con los dedos o el suelo con los pies, balancearse, etc. La hiperactividad se refleja no sólo en el comportamiento, sino también en la comunicación. Desde fuera parece que el niño es maleducado, inquieto, ansioso, impaciente. Las manifestaciones de actividad tampoco se prestan a normas, instrucciones, ninguna regla. El niño hace lo que considera necesario y cuando lo considera necesario. Por ejemplo, durante la clase puede levantarse y empezar a correr por el aula o salir de ella.
  3. Impulsividad. Se aprecian problemas en la jerarquía de los motivos. Una persona con TDAH se deja llevar por sus deseos. No está dispuesto a esperar ni un segundo si quiere algo. En un intento de conseguir lo suyo, ese niño grita, discute, interrumpe, muestra agresividad física. No está dispuesto a transigir.

Los expertos señalan que en las niñas los síntomas del TDAH se expresan de forma más débil que en los niños. Y la hiperactividad a veces no se nota en absoluto, es decir, sólo hay despistes y falta de atención.

Los síntomas del trastorno por déficit de atención en adolescentes no difieren de los síntomas diagnósticos en niños. La única diferencia es que, debido a los cambios hormonales naturales de la adolescencia, el niño se vuelve aún más distraído y agresivo.

En la práctica, existen diferentes tipos de TDAH. Dependiendo del tipo de síndrome, las manifestaciones de la patología son ligeramente diferentes. A los tres síntomas principales se unen una serie de síntomas secundarios.

  1. Tipo clásico. Manifestado por inestabilidad y despiste de la atención, desorientación.
  2. Tipo desatento. Se observa distanciamiento de la persona, fijación en sí misma, aislamiento. Se observan problemas en la esfera motivacional, astenia.
  3. TDAH con fijación excesiva. Se observan acciones repetitivas y fijación en pensamientos negativos. La persona se caracteriza por el resentimiento, la inquietud. A menudo entra en conflictos con otros niños.
  4. Tipo agresivo. La persona se caracteriza por ansiedad y mayor irascibilidad. Le parece que los demás le desean el mal, le critican e insultan constantemente.
  5. Tipo límbico o melancólico. La persona se caracteriza por el aislamiento en sí misma, baja autoestima. Hay notables problemas con el sueño. Tiende a aislarse de la sociedad.

¡Interesante! Según las estadísticas, los síntomas del TDAH se observan en el 6% de la población, pero sólo el 2% busca tratamiento.

Diagnóstico del trastorno por déficit de atención

Diagnosticar el trastorno por déficit de atención

El TDAH es una enfermedad, un trastorno neurológico. Hay que tratarlo, pero primero hay que diagnosticarlo correctamente.

¿Cómo identificar y diagnosticar el TDAH? El diagnóstico de TDAH se realiza si los tres síntomas clave (falta de atención, hiperactividad, impulsividad) o al menos uno de ellos se manifiesta de forma constante durante al menos seis meses en diferentes situaciones y condiciones, y además interfiere en la socialización, la adaptación, la vida de una persona.

Para hacer un diagnóstico, es necesario observar detenidamente al niño. Es mejor confiar esta tarea a un psicólogo, psiquiatra o neurólogo. Sólo él puede determinar con precisión los cambios en el desarrollo y el comportamiento de un niño, adolescente o adulto.

El diagnóstico se realiza sobre la base de la observación del niño y la comunicación con su entorno inmediato. El especialista recoge una anamnesis completa de toda la familia. Además, se realiza un diagnóstico diferenciado, es decir, el psicólogo separa el TDAH de patologías y afecciones similares.

Muchas personas se preguntan: «¿Cómo se sabe si se tiene TDAH?». No es fácil sospecharlo por uno mismo, sobre todo en el caso de los niños. En los adultos, las señales de alarma son: distracción, olvido, nerviosismo y aumento de la excitabilidad. Si sospecha que padece el síndrome, vale la pena recurrir a los recuerdos de la infancia. Tal vez ciertas dificultades siempre estuvieron ahí, pero usted no le dio importancia.

¡Qué interesante! Algunos padres empiezan a sospechar que padecen TDAH cuando se diagnostica a su hijo. Y a veces estas sospechas se confirman.

Tratamiento del TDAH

¿Cómo deshacerse del TDAH? El TDAH se trata con psicoterapia y medicación. Sin embargo, sólo se recurre a esta última en casos extremos. Los medicamentos los prescribe un neurólogo o un psiquiatra. Por regla general, se recetan nootrópicos y estimulantes.

¿Se puede curar completamente el TDAH o no? Entre el 30 y el 70% de las personas se curan completamente del TDAH. En los casos restantes, es posible suavizar las manifestaciones del síndrome. Con un tratamiento adecuado, el niño puede aprender con éxito y adaptarse a la vida en sociedad. El plan de tratamiento se selecciona de forma estrictamente individual. Depende de las causas, el tipo y las manifestaciones del síndrome. Y también a la hora de seleccionar el esquema terapéutico, los especialistas tienen en cuenta las características individuales del niño y sus condiciones de vida.

La psicoterapia cognitivo-conductual se utiliza como parte de la psicocorrección. Mediante juegos y ejercicios, el psicólogo ayuda al niño a desarrollar el autocontrol.

Optimizar el espacio en la guardería

No es menor el papel que se asigna a la familia en la corrección de las manifestaciones del TDAH. Cómo interactuar con un niño hiperactivo — recomendaciones para los padres:

  1. Hacer un régimen del día, el sueño y la vigilia. Ayude al niño a cumplirlo. Por ejemplo, elabore instrucciones en forma de carteles, tablas, cuadros, gráficos, pósters, etc. Es especialmente importante asegurarse de que se cumple el régimen de sueño, ya que la falta de sueño hace que el niño se distraiga más.
  2. Adecuar el régimen alimenticio. Los alimentos pueden servir para regular la bioquímica del cerebro. En el TDAH, se recomienda comer más proteínas y menos hidratos de carbono, sobre todo los simples. Y para que el niño esté más dispuesto a seguir las reglas alimentarias, es necesario que todos los miembros de la familia sigan el régimen establecido.
  3. Optimiza el espacio de la habitación de tu hijo. Procura que todo sea sencillo, claro y cómodo. Cree un orden que no sea fácil de destruir.
  4. Elimine las distracciones. Por ejemplo, el escritorio debe colocarse lejos de la ventana. Es importante apagar el televisor y el teléfono mientras se estudia. Sobre la mesa debe estar el mínimo de objetos necesarios, etc.
  5. Divida cada tarea en subtareas. Si quieres asignar algo a tu hijo, tienes que trocearlo. Por ejemplo, en lugar de «Planta las flores», debes hacerle varias peticiones: «Por favor, ve a la cocina», «Coge la regadera», «Vuelve a la habitación», «Riega las flores», «Por favor, lleva la regadera a la cocina». Y este desglose se aplica a cualquier tarea y a cualquier área.
  6. Ofrecer opciones. Esto se aplica a los juguetes, la ropa, la comida, el aprendizaje. Sin embargo, la elección no debe ser muy amplia: basta con 2-3 opciones.
  7. Evite las amenazas, elogie, anime y cree situaciones de éxito. Asigne tareas que el niño pueda realizar con seguridad. Ayúdele también a encontrar una afición, una pasión. Todo esto aumenta la autoestima y ayuda a la socialización.

La tarea de los padres es crear condiciones cómodas para el desarrollo del niño, teniendo en cuenta todas sus peculiaridades. Sin embargo, al mismo tiempo, no debe sentirse de algún modo equivocado, defectuoso, enfermo, limitado, anormal, etc.

No estará de más pedir consejo a un psicólogo para que haga una lista de recomendaciones para su hijo o hija. Además, se recomienda visitar periódicamente a los especialistas, controlar la dinámica del tratamiento y ajustarla si es necesario.

¡Interesante! Los especialistas señalan que el TDAH es más frecuente en los niños que en las niñas. Sin embargo, en el caso de estas últimas, la enfermedad es más difícil de tratar.

Conclusión

El TDAH no es una sentencia. Muchas personas se adaptan a la vida con este diagnóstico. Terminan con éxito los estudios y encuentran un trabajo en el que la hiperactividad sólo les beneficia. Por ejemplo, ¿sabías que a Jim Carrey le diagnosticaron trastorno por déficit de atención con hiperactividad? Quizá gracias a estos rasgos de su personalidad se convirtió en un actor cómico de éxito.

No debe reprenderse ni reprender a su hijo si le diagnostican TDAH. Sus manifestaciones son controlables y se puede convivir feliz y satisfactoriamente con ellas. Lo principal es diagnosticarlo e iniciar el tratamiento lo antes posible.

Fecha de actualización: 11-16-2023