Cuando un niño empieza a ir a la guardería, experimenta mucho estrés.
Y no es de extrañar, porque tiene que permanecer durante todo un día en la sociedad de personas prácticamente desconocidas (educadores, niñeras, otros niños).
Por supuesto, la mayoría de los bebés acaban acostumbrándose al nuevo entorno. Pero también los hay en los que el proceso de adaptación se retrasa. ¿Qué tipo de ayuda pueden prestar los padres para que el bebé supere la adaptación con facilidad?
Tabla
¿Es posible facilitar la adaptación en la guardería?
La respuesta es afirmativa. Pero nada sucede por sí solo, por lo que es necesario prepararse con antelación para asistir a la guardería.
Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para facilitar que su hijo se acostumbre a la guardería?
- Presentarles la institución con antelación. Hay muchas formas de hacerlo. Por ejemplo, se puede ir allí con el pretexto de averiguar qué documentos son necesarios.
- El primer día durante algún tiempo para quedarse con el bebé en el grupo. Puedes pasear con él por todas las habitaciones, ver taquillas, juguetes, cunas. Así se sentirá seguro.
- Durante la despedida, no evites el contacto corporal, besa, abraza al niño y avisa de la hora exacta de regreso. Sólo después entrégalo al cuidador.
- Al principio, deja al bebé en el grupo durante dos horas. Cuando se acostumbre, añade el almuerzo y luego una hora de tranquilidad. Por término medio, cada etapa de habituación dura una semana.
- Si el niño llora, pero se calma rápidamente y se va a jugar con otros niños, come con apetito y duerme bien, puedes intentar dejarlo hasta la noche. Sólo que no es necesario hacerlo a la vez. Que sea dos horas después de acostarlo, luego tres, etc.
Este es un esquema muy aproximado para simplificar la adaptación. Todos los niños son individuales, por lo que el periodo de adaptación al jardín es diferente para cada uno. En él influyen la edad, la profesionalidad de los educadores y las peculiaridades del carácter del niño.
Recomendaciones de los psicólogos, cómo pasar correctamente la etapa
Los especialistas han desarrollado sistemas completos sobre cómo ayudar a un niño a adaptarse a la asistencia a la guardería, para mejorar su estado durante este periodo. Afectan no sólo a los niños sanos, sino también a los que tienen discapacidades, SRA y otros problemas. En cada caso, los consejos son diferentes . Pero hay una serie de universales.
Ajustar el régimen
Por poner un ejemplo, puede imaginarse un bebé al que le gusta dormir mucho tiempo. Durante 2-3 semanas antes de la primera visita al grupo, debe reducir su sueño por la mañana en 10-15 minutos.
Al mismo tiempo, es importante que se acueste a la misma hora. Antes es mejor rechazar los juegos ruidosos y las largas sentadillas.
También merece la pena dedicar tiempo al descanso vespertino. A qué hora en la guardería habrá una hora tranquila, puedes preguntar al profesor con antelación. Esto ayudará al niño a evitar problemas para conciliar el sueño.
Historias positivas sobre la guardería
Una actitud positiva es uno de los aspectos de una adaptación rápida y fácil. El niño debe oír de los padres sólo historias buenas sobre él. También puede contar algo de su vida en la guardería.
Pueden ser :
- historias sobre amigos
- juegos divertidos;
- una deliciosa cazuela con crema agria.
En ningún caso la guardería debe ser una forma de asustar al niño, un método de castigo. Si el niño ha tenido experiencias negativas en la infancia, no es necesario hablar de ellas. Conviene recordar que los niños son muy impresionables. Es necesario suprimir inmediatamente tales conversaciones por parte de cualquiera de los familiares.
¿Cómo y qué decir sobre los cuidadores?
En cuanto al jardín de infancia en su conjunto, vale la pena hablar sólo bien de los profesores. Además, mamá o papá pueden enseñar al niño a comportarse con el ejemplo. Así, se recomienda presentar al niño y al profesor el primer día.
Es mejor si en ese momento el adulto abraza al niño o incluso lo coge en brazos. Es importante sonreír sinceramente. Si el cuidador no es uno solo, presenta al niño a todos.
Cuentos
Los cuentos alegres ayudarán al bebé a sintonizar con el estado de ánimo positivo antes mencionado.
Escuchando cuentos de hadas, podrá no sólo imaginar algunas situaciones nuevas para él, sino también como experimentarlas, jugar a ellas.
Un ejemplo es un cuento de hadas sobre un elefante llamado Tosha:
Tenía un papá elefante y una mamá elefante. Tosha tenía muchas ganas de ir a la guardería y finalmente esperó a que llegara ese día.
Por la mañana, su mamá le despertó temprano, le ayudó a lavarse la cara, a cepillarse los dientes y a ponerse ropa nueva. Luego le llevó en coche a la guardería.
La profesora se reunió con Tosha en el grupo. Le enseñó la taquilla y le dijo que podía guardar en ella su ropa y sus juguetes. La puerta de la taquilla estaba decorada con un globo. Así Tosha podría encontrarla enseguida.
Había otros niños en el grupo al que mamá elefante había llevado al elefante. Estaban haciendo sus propias cosas. Alguien jugaba con muñecas, otro con coches. Pero Tosha decidió hacer música y cogió una trompeta.
Después de los juegos llamaron a los elefantes para desayunar. Les esperaban gachas, pan con mantequilla y una deliciosa compota. Después de la comida, Tosha estaba aburrido, pero enseguida se animó cuando el elefante Gora salió a su encuentro.
En este cuento de hadas se puede hablar de cualquier cosa. En el proceso, el niño puede añadir algo de sí mismo. A partir de sus palabras, los padres podrán entender lo que le preocupa.
Al final vale la pena hacerle al niño una serie de preguntas, por ejemplo, si al héroe le gustó la guardería, qué le disgustó o, por el contrario, le agradó, etc.
Más información sobre cuentos y música para acostumbrarse a la guardería aquí.
Juegos
Además de los cuentos, se pueden utilizar juegos especiales para simplificar la adaptación. Su principal cometido es ayudar al niño a expresar sus sentimientos, relajarse, tranquilizarse, deshacerse de sus miedos, etc.
Un ejemplo de este tipo de juegos es hablar con un juguete. Necesitarás dos guantes que representen animales. Durante el juego hablarán entre ellos, por ejemplo, contarán lo que ha pasado durante el día, se saludarán, se conocerán. Así, en el juego, el niño podrá expresar sus sentimientos y emociones.
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¿Es posible acelerar la habituación?
No hay que meter prisa al niño. Como suele decirse, todo tiene su tiempo.
Para una adaptación suave es mejor ponerle de antemano en un estado de ánimo positivo y hacer un trabajo preparatorio, contándole algo bueno sobre los cuidadores, los nuevos amigos y los juegos conjuntos.
Todos los niños se enfrentan a la adaptación al jardín de infancia. Algunos lo pasan más rápido, otros más despacio.
La preparación no desempeña el menor papel en este asunto. Por eso, en lugar de acelerar el periodo de adaptación, es mejor prestarle atención, pensando detenidamente cada paso.
Errores de los padres
Cabe destacar que pueden complicar y retrasar el proceso de adaptación no sólo las circunstancias externas, sino también los propios padres. ¿Cómo? Cometiendo una serie de errores graves :
- Acudir a la guardería sin preparación ni historias al respecto.
- Se deja al niño todo el día de golpe.
- La madre deja al niño sin avisar ni despedirse.
- El niño no se adapta al régimen.
- Tu bebé está acostumbrado a comer comida triturada o troceada. No sabe masticar trozos ni comer solo.
- La guardería se utiliza en la familia como amenaza o castigo.
- Los padres experimentan una ansiedad extrema, que se transmite a los niños.
- Falta de contacto táctil, ausencia de planes conjuntos para después de la guardería, etc.
- La madre y el padre no están preparados para el hecho de que el niño pueda estar de mal humor por la mañana o experimentar emociones negativas hacia el jardín.
- Mala opinión de los padres sobre los cuidadores y la institución en su conjunto.
- Exigencias demasiado exageradas para el niño.
Otro error se considera superponer un estrés sobre otro. Puede tratarse de una situación en la que, por ejemplo, la familia cambia de lugar de residencia y el niño va a un nuevo jardín de infancia. La carga sobre su sistema nervioso aumenta y, como consecuencia, la adaptación se hace más dura y prolongada.
Según muchas madres, desde la primera visita a la guardería, los compañeros constantes de sus hijos se convierten en infecciones víricas respiratorias agudas e infecciones respiratorias agudas.
Las enfermedades de algunos terminan junto con el periodo de adaptación. Y hay para quienes ir a la guardería se convierte en un auténtico calvario, porque dos días en el grupo se sustituyen por semanas de baja y así en círculo.
¿Por qué ocurre esto?
Hay varias razones. Y la más importante de ellas es el cambio del modo de vida habitual. En casa, el niño no tenía horario ni régimen como tal. Pasaba todo el día jugando y divirtiéndose. Además, casi siempre estaba con alguien cercano.
En la guardería tendrá que obedecer las normas establecidas por los adultos. Esto conlleva un sobreesfuerzo psicoemocional. Y, como sabemos, la salud física depende en gran medida de ello.
Sobre todo, el estrés afecta al sistema inmunitario, porque las defensas del organismo se gastan en adaptarse a las nuevas condiciones. El resultado es una mayor susceptibilidad a las enfermedades infecciosas y víricas.
La segunda razón es la familiarización del cuerpo del niño con nuevos microbios y bacterias. Se trata de un fenómeno normal, ya que el niño tiene que entrar en contacto con un gran número de compañeros que aportan al grupo diferentes virus e infecciones.
Cabe señalar que en un colectivo ya formado, donde al menos algún tiempo no vienen recién llegados, los niños «intercambiarán» virus, enfermarán y no volverán a enfermar.
Opinión de los padres sobre el periodo
En los foros llamados «de mamás», los padres comparten sus observaciones sobre cómo sobreviven ellos y sus hijos a la adaptación al jardín de infancia. En general, todas las recomendaciones se reducen a una sola cosa: el niño debe estar preparado de antemano para las nuevas circunstancias.
La preparación debe incluir no sólo cuentos, sino también acostumbrarse a la rutina de la guardería. Por ejemplo, muchas madres intentan acostar a sus hijos un poco antes de lo habitual, para que les resulte más fácil despertarse por la mañana.
Las madres también aconsejan no dejar al niño solo con el profesor y otros niños. Si es posible, el primer par de días para estar con él allí solo. Luego hay que dejarlo, pero siempre diciendo específicamente por cuánto tiempo.
Según los padres cuya adaptación ha tenido éxito, una actitud positiva es la mitad del éxito. Algunas madres no veían el momento de que sus hijos fueran a la guardería para comunicarse con nuevos amigos. Y todo gracias a que los adultos han trabajado en serio y han hecho todo lo posible para que la adaptación de sus hijos sea lo menos traumática posible.
Lea más sobre las experiencias de los padres aquí, aquí y aquí.
Vídeo útil
Consejos en vídeo para preparar a tu bebé para la guardería:
Conclusión
Así pues, los padres pueden ayudar a sus hijos a adaptarse a la guardería. Para que la habituación tenga éxito, lo principal es empezar a preparar este momento con antelación. Debe ser exhaustiva, incluyendo no sólo cuentos, sino también juegos y, si es posible, un conocimiento preliminar del jardín y de los profesores.
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Fecha de publicación: 5-28-2022
Fecha de actualización: 5-28-2022