La asistencia al jardín de infancia es a la vez una de las etapas más significativas y más difíciles en el desarrollo de cada niño.
En el familiar, años de formar el medio ambiente es bruscamente cambios complejos — una nueva habitación, la ausencia de familiares y amigos, extraños, un horario claro del día, los requisitos estrictos para el comportamiento.
Todos estos factores provocan naturalmente un estado de estrés, y para acostumbrarse a las condiciones fundamentalmente diferentes de la vida cotidiana, se necesita una cierta cantidad de tiempo y un esfuerzo considerable no sólo por parte del bebé, sino también de los adultos, padres y cuidadores.
En el proceso de adaptación, el bebé puede adquirir rasgos de personalidad que antes no eran típicos en él; el carácter temporal o a largo plazo de su manifestación depende de las características individuales de su desarrollo.
Para que el proceso de adaptación sea menos destructivo, los padres y cuidadores no sólo deben seguir las recomendaciones especiales, sino también conocer y comprender las peculiaridades del proceso de adaptación, así como tener en cuenta las características individuales de cada niño.
- Edad en el 1er grupo más joven
- Problemas característicos de habituación
- Esquemas
- Presentar al bebé a la guardería con antelación
- Visitas conjuntas al grupo
- Contacto con el profesor
- Ritual de despedida
Tabla
Edad en el 1er grupo más joven
El 1er grupo infantil es un entorno especial de desarrollo para niños de 2 a 3 años. De acuerdo con las características de la edad de los niños, aquí se crean las condiciones óptimas para su desarrollo favorable, integral y armonioso — se introducen nuevos tipos de actividades y clases especiales, que son a la vez prácticas y contribuyen al desarrollo de las funciones mentales superiores.
Cada alumno de jardín de infancia pasa por tres etapas de adaptación a las nuevas condiciones de vida.
- La primera etapa es la más difícil tanto para el niño como para los padres. Los bebés se vuelven irritables y llorones. No quieren separarse de su modo de vida habitual. Muchos se rebelan, intentan defender su opinión personal, se niegan a cumplir las normas propuestas. Es un momento no sólo de inestabilidad emocional, sino también de debilitamiento del cuerpo. Los bebés duermen inquietos, se niegan a comer y a menudo enferman.
- La segunda etapa se caracteriza por la inestabilidad. Seguro de sí mismo, feliz y, al parecer, ya adaptado bebé mañana puede volver a la habitual para la primera fase del comportamiento de adaptación. Los niños se prueban a sí mismos, determinan sus intereses, comparan el entorno de casa con el que les proporciona la institución educativa preescolar. Cuanto más exitosa sea la experiencia en el jardín, menos probable será que aparezcan reacciones negativas a los estímulos.
- La tercera etapa completa el proceso de adaptación. El estado psicofísico del bebé se normaliza por completo, acepta de buen grado el hecho de verse obligado a asistir a la guardería, ya no protesta ni tiene rabietas: intenta encontrar las ventajas de permanecer en el grupo, ya que es imposible hacerlo de otro modo.
La duración de cada etapa de adaptación depende de las características individuales del niño y de los esfuerzos de padres y cuidadores. Si el niño está preparado de antemano, se encuentra en condiciones cómodas con una actitud amistosa por parte de los demás, tiene la oportunidad de realizar su actividad favorita y tiene éxito, el proceso de adaptación no durará mucho, no provocará reacciones emocionales violentas ni otros síntomas negativos.
Problemas característicos de habituación
Las capacidades de adaptación de un niño de temprana edad son limitadas, por lo que la transición repentina del bebé en una nueva situación social de desarrollo, la estancia prolongada en un estado estresante puede conducir a trastornos emocionales graves.
Los niños de 2-3 años se caracterizan por su emotividad e impresionabilidad.
Tienden a contagiarse rápidamente de emociones tanto positivas como negativas, imitan las acciones de los demás. Las dificultades asociadas a la adaptación en esta etapa de la vida se deben a características propias de la edad.
A los niños de 2-3 años les cuesta acostumbrarse a ciertas normas de comportamiento, desarrollar una actitud adecuada ante las prohibiciones. Los bebés ponen a prueba con diligencia los límites de lo permitido. Aparece la autoconciencia: el niño puede darse cuenta de que es capaz de influir en lo que ocurre a su alrededor, por lo que muestra voluntad, recupera su independencia, se vuelve más activo e independiente.
Empieza a interesarse por la comunicación, los juegos con otros adultos y compañeros. Al mismo tiempo, el bebé se enfrenta a la primera experiencia de interacción con un grupo, de formar parte de un colectivo.
Esquemas
La práctica ha permitido desarrollar algunos esquemas de adaptación de los niños a 1 grupo de jardín de infancia. Qué reglas seguir: elegir a un padre, que como nadie conoce los rasgos de carácter de su hijo, puede anticipar su reacción a lo que está sucediendo.
Presentar al bebé a la guardería con antelación
Puedes llevar al bebé contigo en el momento de la solicitud o hacer compañía a un amigo íntimo que ya lleve al niño a la misma guardería.
La ventaja de este planteamiento está en la temprana familiarización con el territorio, y el peligro es la posible ansiedad del bebé.
Un lugar desconocido puede asustar, alarmar, alterar… se alegrará de salir de él, y es fácil adivinar cómo se comportará el niño en la primera visita al grupo.
Visitas conjuntas al grupo
Los primeros días, muchos padres prefieren no dejar al niño solo en un entorno nuevo:
- pasear por la sala con ellos
- mirar la taquilla del bebé, su cama;
- jugar con ellos.
Por un lado, el niño se siente sin duda más seguro de sí mismo, pero por otro, este tipo de acciones pueden provocar el rechazo de otros niños. Además, al desaparecer después, el progenitor puede disgustar aún más al niño.
Contacto con el profesor
Todo niño debe saber que siempre habrá ayuda y apoyo en la persona del tutor.
El contacto establecido con el cuidador ayudará al niño a adaptarse más rápida y fácilmente, pero si el niño exige demasiada atención, el adulto se verá obligado a retirarse para dedicar tiempo a los demás. Obviamente, esto provocará frustración o una rabieta en toda regla.
Ritual de despedida
Al llevar al bebé a la guardería, es importante decirle palabras de despedida, desearle un buen día, permitirle disfrutar del contacto corporal.
El lado positivo de este ritual es que el bebé se sentirá más optimista ante el próximo pasatiempo; el negativo, que si, por ejemplo, los padres llegan tarde al trabajo o no tienen tiempo suficiente para despedirse, el bebé estará de mal humor el resto del día.
Naturalmente, cada recomendación tiene sus pros y sus contras.
Para determinar hasta qué punto será práctico el consejo, hay que observar más de cerca al propio bebé :
- sus reacciones;
- su actitud;
- sus deseos personales;
- sus necesidades;
- hábitos.
Si, por ejemplo, un niño se siente incómodo con el contacto corporal demostrativo, no hay que insistir en una despedida larga y suave. Éste es el patrón de comportamiento más común en los niños.
Consejos y recomendaciones para el alivio
En primer lugar, los padres deben preparar moralmente al niño para asistir a la guardería: decirle que habrá mucha diversión, que será interesante, que podrá hacer amigos de verdad, aprender, aprender algo nuevo.
Es aconsejable aumentar gradualmente el tiempo de permanencia en el grupo, intentar no dejar al bebé el último con la llegada de la tarde. Durante el periodo de adaptación es importante que el niño tenga cerca algún recuerdo de su hogar: puede ser su juguete favorito, una foto memorable o cualquier otra pequeña cosa asociada a sus padres.
Es importante hablar con el niño de camino a casa después de la guardería: pregúntele cómo le ha ido el día, qué cosas nuevas ha aprendido, con quién se ha hecho amigo, qué le ha gustado. Los fines de semana debes prestar suficiente atención a tu hijo. También es muy recomendable evitar, si es posible, el traslado a otro centro de preescolar, sobre todo durante el periodo de adaptación.
Un educador es un adulto que está en contacto directo con los niños durante todo el día. Es el educador que debe :
- Cuidar incansablemente del bienestar de cada niño;
- reconocer las dificultades a tiempo
- ayudar a superarlas;
- proporcionar asistencia y apoyo adecuados; — ofrecer distintos tipos de actividades
- fomentar la iniciativa;
- demostrar formas de resolver situaciones conflictivas;
- ser benevolente.
Características de un proceso completado con éxito
Cuando el niño está totalmente adaptado a las nuevas condiciones de vida, los padres y cuidadores pueden observar signos característicos.
Entre ellos :
- Aceptación de las normas de comportamiento, el régimen del día;
- interacción activa con los demás
- buen humor predominante;
- ausencia de caprichos, llanto, agresividad;
- inclusión en las actividades comunes;
- buena salud, sueño normal, apetito sano.
El niño que se adapta se siente cómodo, es visible desde fuera a simple vista. El bebé deja de preocuparse, empieza a disfrutar yendo a la guardería.
Errores de padres y cuidadores
Muchos padres y profesores, sin darse cuenta, impiden un curso favorable de adaptación del niño a la guardería. Los principales errores son :
- Actitud inicialmente equivocada ante la asistencia al jardín de infancia: crear una imagen demasiado idealizada o, por el contrario, situar el jardín de infancia como un medio de intimidación de los niños desobedientes;
- desaparición brusca de la madre — falta de un ritual de despedida;
- despedidas excesivamente largas con uno de los padres;
- estancia prolongada en el jardín de infancia durante el periodo de adaptación
- rutina doméstica inadecuada para el jardín de infancia;
- recogidas rápidas;
- visitas poco sistemáticas.
El principal error que cometen padres y educadores es desvalorizar la importancia del periodo de adaptación y desinteresarse por su buen desarrollo.
Vídeo útil
Consejos de un psicólogo para preparar a un bebé para la guardería:
Conclusión
Acostumbrarse a la guardería es un proceso difícil no sólo para los propios niños, sino también para los adultos, todos ellos participantes en el proceso educativo.
Para facilitar la adaptación a las nuevas condiciones, es necesario tener en cuenta las características individuales del niño, asegúrese de escuchar sus deseos, tener en cuenta los intereses, oportuna nota de las manifestaciones negativas y tomar las medidas adecuadas para eliminar o reducir su concentración.
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Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023