Trastorno hipercinético del comportamiento: síntomas, tratamiento

El trastorno hipercinético de la conducta es un conjunto de trastornos psicosomáticos que se manifiestan en los niños en edad preescolar. Se expresa en hiperactividad, impulsividad excesiva, problemas de autoorganización y falta de atención.

Estos niños tienen problemas de aprendizaje y adaptación social en la guardería y la escuela, por lo que necesitan un tratamiento complejo. La falta de ayuda por parte de los adultos puede hacer que el niño llegue a la edad adulta con problemas que afecten a su calidad de vida.

Qué es el trastorno hipercinético

Qué es el trastorno hipercinético de la conducta

Muy a menudo esta afección puede esconderse tras nombres como trastorno hiperactivo, trastorno por déficit de atención, trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Todos estos trastornos se caracterizan por problemas de concentración y comportamiento hiperactivo, pero difieren ligeramente en el grado de gravedad.

El trastorno hipercinético es una afección caracterizada por alteraciones de la atención, la actividad motora y el comportamiento impulsivo. Se distingue de todos los demás por alteraciones persistentes e incontrolables del comportamiento y las normas sociales que no son peligrosas para los demás ni para el niño.

Entre los niños, el síndrome hipercinético se da con una frecuencia del 5 al 20%. En este caso, en los niños se diagnostica 3-4 veces más a menudo que en las niñas.

Causas de aparición

Causas del trastorno hipercinético

El trastorno hipercinético se produce debido a la inmadurez funcional de las estructuras cerebrales responsables de la regulación y el control de la función de atención. No existe una causa única de la patología, pero hay dos grupos de factores que influyen en la aparición de este trastorno de la personalidad en los niños: los psicológicos y los somáticos.

Entre las razones de carácter psicológico cabe citar

  • tensiones graves en la primera infancia (por ejemplo, derivadas de malos tratos por parte de los padres);
  • frustración emocional y sensorial durante un largo periodo de tiempo (incapacidad para satisfacer la necesidad de comunicarse e interactuar con los demás, falta de estímulos adecuados, sensación de aislamiento);
  • falta o ausencia de resiliencia psicoemocional al estrés;
  • ciertos rasgos de carácter (ansiedad, mal humor, etc.).

Entre los factores somáticos se distinguen:

  • las enfermedades hereditarias
  • disfunciones y traumatismos cerebrales (por ejemplo, encefalopatía perinatal)
  • infecciones de diversos tipos (víricas o bacterianas);
  • insolación;
  • radiaciones ionizantes;
  • intoxicación;
  • uso de ciertos medicamentos;
  • fatiga crónica.

Variedades del trastorno hipercinético

Variedades del trastorno hipercinético

El trastorno hipercinético de la personalidad se manifiesta de forma diferente según la edad del niño. Por lo tanto, se distinguen 3 variedades principales de la patología:

  1. A la edad de 3-6 años: los niños presentan una mayor movilidad e inestabilidad del estado emocional. Tienen problemas de comportamiento, no escuchan a los adultos, no prestan atención a las normas y prohibiciones. El niño en el fondo de la inestabilidad emocional tiene problemas con el sueño: a menudo se despierta por la noche, no puede conciliar el sueño durante el día, lo que le hace aún más sobreexcitado.
  2. En la edad escolar más temprana — los niños tienen problemas de rendimiento y disciplina en la escuela. El niño tiene grandes dificultades para centrar la atención, no puede concentrarse en la tarea, no puede hacer frente al trabajo independiente, comete muchos errores. Apenas puede permanecer en el pupitre durante la lección, se distrae, interfiere con los compañeros y no aprende el material educativo.
  3. En la edad de bachillerato — a los problemas de rendimiento académico y disciplina en la escuela se añaden manifestaciones de un estilo de vida inadecuado (tabaquismo, consumo de alcohol, comportamiento antisocial, inicio precoz de la actividad sexual y promiscuidad).

Síntomas de la patología

Síntomas del trastorno hipercinético de la conducta

Algunos padres toman los síntomas del trastorno hipercinético por las peculiaridades del temperamento del niño o creen que se trata de su reacción al estilo de crianza. Pero los expertos consideran esta afección como una patología (F 90.1), que requiere diagnóstico médico y corrección.

Este trastorno del comportamiento puede manifestarse con una variedad de síntomas que dependen de la edad, la motivación y el entorno del niño.

Algunos niños pequeños tienen, en primer lugar, problemas de atención. Se distraen con facilidad y frecuencia, no terminan el diálogo empezado, son olvidadizos, desorganizados, pasan de una cosa a otra sin terminar nada.

Otra categoría de niños muestra más síntomas de hiperactividad: se mueven mucho, se preocupan, no pueden estarse quietos, hacen muchos movimientos innecesarios y hacen ruido. Al bebé hiperactivo le gusta hablar sin parar, y cada acción va acompañada de comentarios.

Si el niño tiene un síntoma predominante de impulsividad, le resulta muy difícil mostrar paciencia (esperar el turno en el juego o el permiso para contestar en clase). No piensa las acciones que comete, por lo que suele tener problemas de disciplina.

El trastorno hipercinético puede ir acompañado de otros síntomas: alteraciones de la coordinación y falta de desarrollo de la motricidad fina, problemas de adaptación social, de aprendizaje y de cumplimiento de normas y requisitos. También hay manifestaciones neurológicas: tics nerviosos, ansiedad, autismo, epilepsia, síndrome de Tourette y depresión.

Los padres y profesores deben reaccionar a tiempo ante este comportamiento y buscar ayuda médica. El trastorno hipercinético provoca problemas tanto en la infancia (rendimiento académico, disciplina, contactos sociales, etc.) como en la edad adulta (relaciones, carrera profesional, adicciones). Según las estadísticas, en el 15-20% de los casos de esta patología, los signos persisten en la persona durante toda la vida, no desapareciendo a la edad de 12-20 años, como en otros niños.

¿A quién acudir?

Niño en consulta con un psicólogo

En caso de trastorno hipercinético, la asistencia corre a cargo de varios especialistas:

  • Psiquiatra;
  • psicoterapeuta;
  • psicólogo;
  • neurólogo
  • fisioterapeuta;
  • pedagogo;
  • trabajador social.

Al mismo tiempo, sólo un psiquiatra puede hacer un diagnóstico preciso del niño, tras haber estudiado el comportamiento individual y el carácter del paciente. Es importante tener en cuenta que cualquiera de los signos detectados no debe tener un carácter único, sino presentar una periodicidad persistente durante un largo periodo de tiempo (de 6 a 12 meses).

Para diagnosticar el trastorno, se utilizan los siguientes métodos:

  1. Una conversación con el niño y los adultos que interactúan frecuentemente con él. El especialista debe averiguar el cuadro objetivo, ya que los padres y profesores a veces exageran algunos de los signos de patología y el propio niño, por el contrario, no los reconoce en sí mismo.
  2. Observación del paciente en su entorno natural (en casa, en la guardería, en el colegio, en clubes y secciones, etc.).
  3. Simulación de situaciones vitales para controlar el comportamiento del bebé en estas condiciones.

El éxito del tratamiento del trastorno hipercinético del comportamiento depende en gran medida de un diagnóstico precoz, por lo que los adultos que rodean al bebé deben responder con prontitud a las señales de alarma que puedan indicar esta patología.

Criterios de presencia del trastorno hipercinético

Hiperactividad infantil

En cada niño, el trastorno hipercinético de la conducta puede manifestarse de forma diferente, depende de las peculiaridades del carácter, las condiciones sociales y la edad.

La mayoría de los niños con este problema presentan 3 tipos de síntomas:

  1. trastornos de atención;
  2. hiperactividad;
  3. impulsividad.

Cada uno de ellos se diagnostica según los siguientes criterios:

1. Un niño con trastornos de la atención

  • realiza cualquier tarea con errores debidos a la falta de atención;
  • a menudo no lleva hasta el final la tarea o el juego empezado
  • no escucha lo que se le dice;
  • es incapaz de completar una tarea siguiendo las instrucciones y de hacerla a tiempo;
  • tiene dificultades para organizar su trabajo;
  • intenta evitar las tareas que le resultan difíciles (relacionadas con la concentración y la diligencia);
  • pierde constantemente sus cosas (material escolar, juguetes, libros);
  • se distrae fácilmente con cualquier estímulo;
  • suele ser olvidadizo.

2. Un niño con hiperactividad

  • gira constantemente sobre una silla, agita los brazos y las piernas;
  • puede abandonar su asiento durante la clase o en otras situaciones en las que se requiera persistencia;
  • hace mucho ruido, corre de un lado a otro, no participa en juegos tranquilos;
  • exhibe una actividad motora excesiva incluso cuando no es lo esperado por las normas o el contexto social.

3. Un niño impulsivo

  • grita las respuestas desde su asiento en clase;
  • interfiere en la conversación de otras personas, interrumpe al interlocutor;
  • no puede esperar su turno en un juego o actividad de aprendizaje;
  • reacciona de forma inadecuada ante los fracasos (irritado, enfadado, llorando);
  • le gusta hablar mucho y en voz alta, incluso en lugares donde está prohibido o es inapropiado.

Hablar de la presencia de trastorno hipercinético es posible cuando cada uno de los tipos de síntomas se observa en el niño durante una duración de al menos 6 meses y está representado por al menos tres criterios de cada uno de los grupos. Los primeros signos de patología deben ser perceptibles incluso antes de que el bebé cumpla siete años.

Tratamiento del trastorno hipercinético

Tratamiento del trastorno hipercinético de la conducta

El tratamiento del trastorno hipercinético del comportamiento para cada niño se selecciona individualmente. Depende del grado de gravedad de los síntomas: a alguien le bastarán las clases con un psicólogo y el trabajo correctivo en la guardería o en la escuela, y a alguien no le irá bien sin medicación.

Toda terapia tiene 3 objetivos:

  • corregir la estabilidad neuropsíquica del paciente
  • garantía de una adaptación social satisfactoria;
  • determinación del grado del trastorno y selección del tratamiento adecuado.

Si los especialistas consideran que el estado del niño puede mejorarse y estabilizarse sin medicación, se lleva a cabo una labor educativa con los padres. Si es necesario, se envía al alumno a una clase especial (de recuperación). A continuación, se lleva a cabo con él el siguiente conjunto de medidas

  • normalización del régimen diario
  • sesiones con un psicólogo
  • sesiones con un logopeda
  • psicoterapia cognitiva;
  • LFK;
  • masajes de la zona cervical-collar;
  • fisioterapia;
  • corrección pedagógica;
  • creación de un ambiente psicológico confortable en casa y en el equipo.

La terapia farmacológica consiste en tomar un curso de medicamentos necesarios. El más común se considera un psicoestimulante metilfenidato, que aumenta la atención y el vigor del niño.

Con su intolerancia, se prescriben nootrópicos (noophen, pantocalcina, glicina). También puede necesitar neurolépticos, tranquilizantes, antidepresivos, antioxidantes y diversos complejos vitamínicos de acción tónica.

Sólo un psiquiatra puede prescribir con precisión y acierto una medicación basada en un diagnóstico y un examen detallados del niño.

El éxito y la eficacia del tratamiento vienen determinados por los siguientes indicadores

  • cambio positivo en el nivel de atención activa
  • mejora del comportamiento;
  • reducción del nivel de agresividad e impulsividad
  • aumento del rendimiento académico y de la independencia en la escuela.

Apoyo de los padres

paseo padres-hijo

Sin la ayuda y el apoyo de los padres, el tratamiento del trastorno hipercinético no tendrá el efecto necesario. Por lo tanto, deben seguir las siguientes recomendaciones

  • seguir una dieta equilibrada del niño, en la que no haya productos que aumenten la excitabilidad;
  • organizar el tiempo de ocio del niño para que salga todo el exceso de energía (juegos activos, deportes, largos paseos);
  • intentar organizar la rutina diaria del bebé para que sepa lo que le espera;
  • hablar, pedir algo con voz tranquila y de forma comprensible para el niño
  • corregir y criticar al niño sólo cuando sea necesario y de forma suave, reforzando la conversación con momentos positivos
  • dar al niño suficiente tiempo de descanso durante las actividades que requieran diligencia y concentración, no permitiendo que trabaje en exceso;
  • dar al niño instrucciones sobre cómo hacer las cosas para que desarrolle la autoorganización;
  • elogiar incluso los pequeños logros.

Prevención

Como medidas preventivas, es necesario vigilar:

  • supervisión pedagógica;
  • ausencia de efectos secundarios de la medicación
  • mantenimiento de una atmósfera psicológica confortable en la familia
  • contacto constante con el personal de la escuela
  • terapia conductual sistemática como parte del trabajo correccional
  • mejora de la calidad de vida
  • cumplimiento de la rutina diaria;
  • calidad del sueño.

Interacción con niños con trastorno hipercinético: mi experiencia

Trabajar con niños con trastorno hipercinético requiere mucha energía y esfuerzo por parte del profesor. Es especialmente duro cuando un niño así está en una clase de educación general entre otros 30 alumnos. No sólo requiere una atención constante, sino que también distrae a los demás niños durante la clase.

Los padres no siempre reconocen que su hijo tiene problemas que no pueden tratarse sólo con un mayor control y disciplina. Cuando descuidan los exámenes y el tratamiento, privan a su hijo de la oportunidad de aprender al máximo de su capacidad sin dejarse sobreexcitar ni distraer por ningún estímulo.

Incluso un curso de tratamiento produce resultados tangibles: el alumno responde más rápidamente a las palabras del profesor, tiene fuerzas para concentrarse en la tarea que tiene entre manos e intenta controlar su comportamiento. Esto significa que un seguimiento regular con especialistas permitirá al niño estudiar en una clase normal y superar el trastorno hipercinético en la edad adulta.

Interactuar con este tipo de niños sólo es posible mediante la confianza y el afecto. Hay que elogiarles constantemente, destacar sus éxitos, darles instrucciones individuales y establecer plazos claros para la realización de las tareas.

Las relaciones amistosas con los compañeros de clase, especialmente con un compañero de pupitre, también ayudan a enseñar a un niño con patología. Un amigo puede ayudar a controlar la preparación para la lección, la finalización y la corrección de la tarea. Los niños rara vez se dan cuenta de los problemas de los compañeros de clase de dicho plan, tratarlos con comprensión y cuidado.

Yo recomendaría a los padres reaccionar con calma y sin agresividad a todas las manifestaciones de violación en el niño. Al mismo tiempo, deben controlar claramente sus acciones dando explicaciones breves y claras y utilizando límites de tiempo.

Conclusión

Muchos niños son hiperactivos, emocionales y desatentos. Pero si estas características causan inconvenientes en las actividades de aprendizaje, las relaciones y el comportamiento en sociedad, entonces los padres no deben dejarlo sin atención. El trastorno hipercinético de la conducta en niños es una patología grave que requiere tratamiento y seguimiento obligatorios.

Fecha de actualización: 11-16-2023