Depresión en una adolescente: por qué se produce la depresión, primeros signos y cómo ayudar

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El trastorno depresivo puede desarrollarse a cualquier edad. La adolescencia no es una excepción. En este caso, la depresión en un adolescente, afecta no sólo a la calidad de vida y el comportamiento, sino que también destruye la personalidad aún no completamente formada de una persona muy joven.

No pueden ayudarse con directrices y valores internos y no siempre tienen a alguien a quien aferrarse, como hacen los adultos con sus hijos y cónyuges, por ejemplo. Se quedan solos en un mundo que les resulta insoportable y no saben adónde ir.

Un rasgo distintivo es la dependencia del adolescente respecto a sus padres. La mayoría de las veces no tienen la oportunidad de acudir a un especialista por sí mismos. Y cuando hablan del problema con sus padres, encuentran resistencia e incomprensión por su parte. Esto no hace sino deprimir la ya de por sí enfermiza psique de la adolescente.

Por lo tanto, las familias con una adolescente de 10-15 años deben prestar mucha atención a su comportamiento y detectar los síntomas, para que pueda crecer sana y feliz.

Causas de la enfermedad

A menudo, las adolescentes no se dan cuenta de que padecen algún tipo de trastorno de ansiedad o depresión. Las tensiones asociadas a la pubertad, la formación de la personalidad, la escuela y los amigos son compañeros inevitables de esta edad, que afectan a una persona joven. Por lo tanto, las manifestaciones de depresión se perciben como una edad de transición y se dejan sin la atención adecuada.

Los psicoterapeutas en ejercicio señalan la pubertad como uno de los motivos que pueden ser desencadenantes de un episodio depresivo debido a la reestructuración hormonal del organismo. Estos cambios afectan a todo el sistema neuroendocrino del organismo, y un fondo hormonal inestable puede provocar trastornos somáticos y cambios mentales. Sobre la base de este factor de riesgo, existe una relación directa e inversa entre la depresión y la pubertad.

En el caso de una relación directa, ante el riesgo de desarrollar disforia premenstrual, una forma grave del síndrome premenstrual, puede haber contratiempos de salud mental.

En caso de reversión, el propio trastorno depresivo desarrollado puede provocar trastornos hormonales.

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Se observan los siguientes trastornos :

  1. El ciclo menstrual normal se forma más tarde que en las mujeres de su edad — a los 15-17 años en lugar de a los 12-14;
  2. se desarrolla la dismenorrea — irregularidad de los períodos;
  3. amenorrea — desaparición de la menstruación.

La reestructuración hormonal no es la única causa posible del desarrollo del trastorno depresivo. También incluyen :

  • Entrada gradual en el mundo de los adultos — los niños empiezan a darse cuenta de que las realidades a las que están acostumbrados no se corresponden con las que les esperan en el futuro, que el mundo es bastante injusto y que cuanto mayor se hace una persona, más exigencias se le plantean.
  • Maximalismo juvenil — en la adolescencia todo se divide en «blanco» y «negro», lo que genera conflictos con los adultos del entorno.
  • Conflictos familiares — las peleas de los padres tienen un impacto significativo en el estado emocional del adolescente. Puede que se culpe a sí mismo por ellas. Además, la crítica constante del niño y de sus éxitos, expresada por los padres desde los mejores, en su opinión, motivos, puede sacudir el equilibrio mental de la niña.
  • Falta de amigos — en la adolescencia, mantener y establecer contactos con los compañeros es la actividad principal desde el punto de vista de la psicología de la edad. Los fracasos en este ámbito provocan crisis y el desarrollo de trastornos mentales. El adolescente se siente no deseado y no reclamado por la sociedad.
  • Insatisfacción con la apariencia — las adolescentes son especialmente críticas con los datos naturales y la figura. Aparecer debido a la reestructuración hormonal las imperfecciones de la piel o el sobrepeso se convierten en un desastre. Constante auto-abuso porque ella no es lo suficientemente hermosa, de acuerdo con la sociedad, conducen al desarrollo de la ansiedad, baja autoestima y depresión.
  • Mudanzas frecuentes — el alejamiento constante del entorno familiar y del círculo social no permite a la adolescente afianzarse y sentirse cómoda, familiar y segura.
  • Acoso — por razones obvias, el acoso en la escuela o en el barrio hace sufrir al adolescente y le lleva a la depresión.
  • Tensión mental — no todos los niños encuentran fácil el programa escolar. Al mismo tiempo, en el modelo moderno de educación se acostumbra a dar al niño clases adicionales en círculos y secciones. El adolescente no tiene tiempo para descansar y hacer frente a la carga, lo que tiene un mal efecto en la salud mental.
  • Un amor no correspondido o una experiencia sexual fallida: las experiencias de esta naturaleza consumen mucha energía y te hacen dudar de ti mismo. Y una mala experiencia sexual puede tener un impacto negativo en toda la vida sexual en el futuro. Las adolescentes no siempre están dispuestas a hablar de ello con alguien, ya que lo experimentan todo en sí mismas. Las emociones, al no encontrar una salida, empiezan a destruirse desde dentro y pueden desembocar en un episodio depresivo.

Tipos de trastornos en la adolescencia

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Las adolescentes son susceptibles de sufrir los siguientes tipos de depresión:

  • Reactiva — que se produce como respuesta a algún acontecimiento traumático o malestar emocional.
  • Melancólica — el sueño y el apetito empeoran, no hay motivación ni interés por la vida. El adolescente siente nostalgia constantemente y se encuentra en un estado depresivo.
  • Trastorno bipolar — puede manifestarse ya en la adolescencia. Las causas están asociadas a la herencia y a los factores de riesgo de la enfermedad.
  • Distimia — trastorno mental de larga duración, caracterizado por pasividad, tendencia a la soledad y problemas de concentración.
  • De media a grave — se caracteriza por una duración de 6-9 meses. Hay falta de interés por todo, el adolescente está irritable, hay pensamientos de suicidio e intentos de llevarlo a cabo.

Cómo se manifiesta — síntomas en una chica

Para detectar a tiempo una depresión en una adolescente, hay que estar atento a su comportamiento y a lo que dice. Conviene dar la voz de alarma ante los siguientes signos :

  1. estado asténico: aumento de la fatiga, debilidad, trastornos del sueño y dolores corporales de génesis poco clara, especialmente cefaleas;
  2. anorexia o bulimia;
  3. Problemas de rendimiento escolar, sobre todo si no los ha tenido antes. Miedo a ir a la escuela. Expresiones de inutilidad;
  4. Reacciones duras ante cualquier crítica;
  5. Estado de ánimo depresivo, falta de confianza en sí mismo, inseguridad excesiva;
  6. retraimiento;
  7. Aumento de la ansiedad;
  8. ataques agudos de fobias y aparición de otras nuevas;
  9. falta de motivación en cualquier asunto;
  10. pérdida de interés por socializar con amigos y familiares.

Cualquier acontecimiento traumático también puede desencadenar el desarrollo de un trastorno depresivo. En caso de sucesos trágicos en la familia, duelo, enfermedades detectadas en el adolescente, hay que vigilar de cerca su comportamiento.

La manifestación prolongada de signos (de 2 semanas a un mes) — una razón para consultar a un especialista.

Ayuda y tratamiento

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El trastorno depresivo es una enfermedad devastadora para un adolescente que requiere tratamiento.

Para empezar, es posible consultar a un médico generalista para descartar enfermedades somáticas y disfunciones del sistema endocrino, que pueden producir síntomas similares.

Si no se detectan patologías, es necesario consultar a un psicólogo o psiquiatra infantil.

Cuando se visita a un especialista, es necesario escuchar la opinión del niño. Especialmente en el caso de las niñas, es mejor elegir a una mujer especialista, ya que un médico varón puede no fiarse de sus problemas personales, sobre todo si están relacionados con el enamoramiento o la experiencia sexual.

Al mismo tiempo, si tras varias consultas la niña se siente incómoda con el especialista, tiene sentido recurrir a otro, ya que la psicoterapia es un proceso muy individual.

La necesidad de antidepresivos la determina un psiquiatra, pero debe hacerse con precaución. El cuerpo del adolescente es más susceptible al cambio y la psicoterapia puede ser suficiente. La medicación se sugiere en los casos en que las sesiones han fracasado durante un periodo de tiempo significativo. Los antidepresivos también se utilizan en casos de aparente comportamiento suicida.

El adolescente que ha empezado un tratamiento con medicamentos debe ser vigilado estrechamente. Muchos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden empeorar los síntomas. En tales casos, hay que ponerse en contacto urgentemente con el médico para un posible cambio en la dosis o el tipo de medicación.

Según las recomendaciones aceptadas, el adolescente debe reunirse con el médico tras iniciar la terapia farmacológica:

  • Una vez a la semana durante las 4 primeras semanas de toma de la medicación.
  • Una vez cada quince días durante el mes siguiente.
  • Al final de la duodécima semana después de empezar la medicación.
  • Según sea necesario si hay problemas, preguntas o empeoramiento.

Los padres y la familia también tienen un impacto significativo en el tratamiento de la adolescente. Ante todo, deben hacer saber a la niña que están ahí para su hija y que siempre la apoyarán. Que aceptan la enfermedad y están dispuestos a ayudar a curarla.

Concretamente se puede hacer lo siguiente :

  1. Mostrar comprensión ante los síntomas y el comportamiento atípico de la niña sin castigar a la adolescente. Es importante recordar que si está deprimida, lo hace sin querer y que también está angustiada por la situación.
  2. Fomente la actividad física. Salir a pasear juntos, encontrar deportes que interesen a la niña pueden ayudar a aliviar los síntomas.
  3. Fomente la actividad social: quedar con amigos, ir a eventos que interesen a la chica. Puedes ofrecerte a invitar a los amigos de la adolescente para que los padres se sientan más cómodos.
  4. Mostrar interés por el tratamiento. Es necesario asegurarse de que el niño cumple las prescripciones, realiza las tareas encomendadas por el psicoterapeuta o psicólogo, cumple con la dosificación de la medicación. También es necesario controlar el curso de la enfermedad: empeoramiento y mejoría.
  5. Estudiar de forma independiente la información sobre la depresión en fuentes contrastadas. La concienciación sobre el tema ayudará a comprender mejor los sentimientos del niño y los resultados típicos de la enfermedad. También conviene animar al adolescente a informarse. Puede explorar el tema con él o ella.

El camino del tratamiento de la depresión es difícil y a menudo largo. Hay que tener paciencia y no rendirse. Tampoco debe culparse a sí mismo ni a su hijo por lo ocurrido. Le puede pasar a cualquiera, por muy acomodada que sea la familia.

Vídeo útil

Preguntas y respuestas sobre la depresión en el vídeo:

Conclusión

La depresión en una adolescente es una experiencia difícil para la niña y su familia. Como padres de una hija de entre 10 y 15 años, hay que vigilar de cerca cualquier cambio en el comportamiento y el estado de ánimo de la niña. Si la hija está deprimida durante mucho tiempo, muestra síntomas de trastornos del sueño y del apetito, pierde el interés por las cosas que antes le gustaban, puede ser motivo para acudir a un especialista.

Merece la pena empezar por un médico generalista para descartar causas somáticas. Si no se encuentran tales causas, debe consultarse a un psicólogo o psiquiatra infantil.

Los adolescentes sufren los mismos tipos de depresión que los adultos, y no hay que descartar la posibilidad de trastornos mentales debidos a su corta edad.

Después de ponerse en contacto con un especialista, es necesario vigilar la ejecución de las prescripciones del médico, el curso de la enfermedad. Es necesario apoyar a la adolescente, darle fe en que las dificultades son temporales, y juntos se pueden superar. Lo principal que hay que recordar es que la adolescente depende de los padres y no dejar pasar la situación. Sin la intervención de los familiares mayores, la depresión no suele recibir el tratamiento adecuado.

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Fecha de actualización: 11-16-2023