Prudencia: ¿tiene usted esta cualidad? Mucha gente responderá afirmativamente. Y en parte, puede que tengan razón. Pero no siempre, porque este rasgo se manifiesta no sólo en la toma de decisiones correctas. Afecta absolutamente a todas las esferas de la vida, incluidos el trabajo y los estudios. Entonces, ¿cómo es la prudencia? ¿Y es tan necesaria en la vida cotidiana?
Tabla
Qué es la prudencia
En palabras sencillas, la prudencia es una cualidad de la personalidad que impulsa a una persona a tomar una decisión a favor de las acciones más correctas y eficaces que conducen a la consecución del objetivo. También se puede decir de otra manera: es la capacidad o habilidad para elegir aquellos caminos de movimiento que se caracterizan por mejores resultados o menos pérdidas.
Algunas personas confunden la prudencia con la sabiduría. Pero la sabiduría es teórica y se manifiesta en muchas esferas de la vida humana. La prudencia consiste siempre en acciones prácticas claramente orientadas. La sabiduría permite construir estrategias para resolver problemas globales. La prudencia implica la creación de un esquema claro de acciones relacionadas con determinadas situaciones, por ejemplo, la necesidad de mejorar las condiciones de vida o aumentar los ingresos.
La prudencia no es una cualidad innata, sino que se adquiere con los años. La base de su desarrollo es la experiencia vital, la educación y el entorno social. La posibilidad de convertirse en poseedor de esta cualidad es mayor en quienes son capaces de escuchar los consejos de las personas de su entorno, así como de tener en cuenta sus razonamientos. Las personas obstinadas tendrán dificultades para desarrollarla.
Uno de los significados de la palabra prudencia — buen juicio, acompañado de la aplicación en la práctica de las conclusiones obtenidas. Puede afectar absolutamente a todas las esferas de la vida humana, ya se trate de la aplicación de algunas ideas en los negocios o de ideas creativas. En todos los casos, como ya se ha dicho, se ve el sentido práctico.
A diferencia de muchos otros rasgos de la personalidad, la prudencia siempre se percibe positivamente. La única cuestión es cómo ven los demás las acciones que a alguien le parecen prudentes. He aquí un ejemplo. Imaginemos que alguien da todo su dinero a un desconocido. Un acto así difícilmente puede calificarse de prudente; más bien es una locura. Pero, ¿cómo se vería la misma situación si ese dinero ayudara a salvar la vida de alguien cercano a él? La respuesta es obvia.
Distinguir la prudencia de la cobardía
La cobardía es una característica del comportamiento humano en una situación determinada, que se expresa en la negativa a realizar alguna acción por miedo o fobia. El significado de la palabra «prudencia» también implica detenerse, pero en este caso hay otros motivos y procesos internos.
Así, con la cobardía, una persona pasa por encima de las circunstancias aunque sean superables. La negativa a actuar por prudencia está motivada por un análisis cuidadoso de la situación. La persona ve que la continuación del movimiento conducirá invariablemente a consecuencias negativas o no dará ningún resultado. Resulta que detenerse es autopreservarse o ahorrar energía que luego se gastará en encontrar otras oportunidades.
¡Interesante! La prudencia es el mejor rasgo del valor (William Shakespeare).
También existen otras diferencias. La cobardía es una manifestación de debilidad mental, y a veces incluso de infantilismo, falta de fuerza de voluntad y de control sobre la mente. En contraste con esta cualidad, la prudencia es inherente exclusivamente a los adultos que tienen mucha experiencia vital y un rico mundo interior. Son capaces de tomar decisiones equilibradas y sensatas y de hacer frente a todas las dificultades que surgen en el camino.
Con la cobardía, el miedo y el peligro paralizan a la persona. Una persona prudente también experimenta miedo, pero puede seguir controlando su mente, evaluar la situación y ajustar su comportamiento.
Cuáles son las ventajas de la prudencia
Como cualquier otra cualidad de la personalidad, la prudencia tiene sus ventajas:
- Al perseguir objetivos pequeños e inmediatos, resulta que no pierde de vista los objetivos a largo plazo.
- Comprender que la preocupación por su bienestar no debe atentar contra los intereses de los demás.
Es interesante. La prudencia consiste en no destruir la disposición de los demás y preservarla por sí misma (Hegel).
- Defensa contra acciones temerarias cuando el peligro es mucho mayor que las consecuencias positivas de una acción.
- Libertad frente a cualquier manifestación de temeridad.
Y otra ventaja indudable es la capacidad de evitar los extremos tanto en el terreno de las emociones como en el de las acciones.
Cómo ser una persona prudente en la vida cotidiana
La prudencia debe ejercerse siempre, sobre todo cuando se trata de los cuatro ámbitos principales de la vida: el trabajo, el estudio, el hogar y la toma de decisiones.
En casa
Ante todo, tienes que aprender a resolver los problemas con tus compañeros de casa utilizando el pensamiento crítico. Esto significa que debes discutir las circunstancias, evaluarlas y sólo después tomar una decisión.
Para resolver problemas intrafamiliares, por ejemplo, disputas entre parientes, los psicólogos recomiendan utilizar estos métodos:
- escucha activa;
- análisis racional;
- discutir la situación para llegar a un compromiso.
Imaginemos una situación sencilla: dos hermanos adolescentes discuten sobre quién lavará los platos hoy. ¿Qué hay que hacer en ese caso? Ofrecer turnos. Si uno de ellos fregó los platos ayer, es justo que hoy tengan el día libre.
La prudencia también se aplica a la gestión del presupuesto familiar. Hay algunas pautas:
- Mantenga sus finanzas en orden. ¿Qué quiere decir esto? Conviene llevar un registro de todos los gastos relacionados con la casa de un modo u otro. Esto incluye el alquiler o las facturas de servicios, la compra, las reparaciones, etc. Esto ayudará a controlar los gastos y evitar derroches innecesarios, así como a planificar las grandes compras.
- Pague sus facturas puntualmente, pague sus deudas. Y debe hacerlo lo antes posible para que las deudas no se acumulen. Así, por ejemplo, si tiene varias tarjetas, puede consolidarlas en una sola, de modo que se mantengan las obligaciones crediticias con un solo banco.
Otro consejo se refiere al ahorro. Si es posible, debes calcular cuánto puedes ahorrar cada mes. Que sea el 10% de cada cantidad que ganes. Así podrás ahorrar para una compra importante dentro de un año.
En el trabajo
La prudencia en el trabajo consiste en encontrar la manera adecuada de resolver los conflictos con los compañeros. En la comunicación, es mejor ser objetivo y razonable, utilizar el buen juicio.
Imagina una situación controvertida en la que tú y tu colega discutís cómo responder a la carta de un cliente. No insista obstinadamente en su punto de vista. Escuche a su oponente, encuentre puntos en común y transija. Esto será prudencia.
En tus estudios
En este ámbito, la prudencia debe reflejarse en la forma de combinar tus estudios y tu vida social. Hay que saber qué es más importante y actuar en consecuencia. Por ejemplo, es mejor terminar las tareas de estudio de una vez y luego ir de fiesta o salir con los amigos. Es más fácil hacerlo si haces una lista de las tareas de estudio y los planes personales. Así podrás ver cuánto tiempo puedes dedicar a ambas cosas.
Toma de decisiones
Las decisiones prudentes son decisiones informadas. Al tomarlas, una persona no se guía por las emociones, sino que calcula los riesgos, evalúa las oportunidades, considera los intereses de los demás, etc.
Las emociones, por supuesto, desempeñan un papel importante en la toma de decisiones. Pero pueden controlarse. Si te sientes abrumado por las emociones, respira hondo, aguanta la respiración y exhala. Hazlo hasta que te tranquilices.
A continuación, estudie detenidamente la información relativa a la situación y analice todas las opciones posibles. Sólo entonces podrás tomar una decisión informada y prudente.
Conclusión
Así pues, la prudencia es una cualidad que permite a una persona tomar la única decisión correcta en una situación dada, y luego disfrutar del hecho de que todo se hace como debe hacerse. Se adquiere con la experiencia vital y es inherente en mayor medida a aquellas personas que saben escuchar y aceptar los consejos de los demás. Desarrolla en sebe prudencia, aprende a hacer una elección equilibrada y a resolver conflictos de forma competente. No es fácil, pero es la única manera de convertirse en una persona prudente.
Fecha de publicación: 5-30-2022
Fecha de actualización: 5-30-2022