Una parte importante de las afecciones neuróticas son los trastornos fóbicos, entre los cuales hay algunos raros e inusuales.
Antofobia — el llamado miedo inexplicable a las flores y esta patología se desarrolla tanto en niños como en pacientes adultos.
La enfermedad puede tomar una forma grave, y entonces el paciente no puede prescindir de la ayuda de un psicólogo y psicoterapeuta. En ausencia de tratamiento, la patología progresará, conduciendo gradualmente a la discapacidad.
Tabla
Definición del concepto
Antofobia es una palabra compuesta formada por la fusión de dos palabras griegas: «anthos» (flor) y «phobos» (miedo). Se trata del nombre de un miedo persistente e irracional que experimenta el paciente a la vista de las plantas con flores. La patología se manifiesta de diferentes maneras: el paciente puede tener miedo de todas las flores, de sus especies individuales o miedo de ciertas partes de la flor (hojas, frutos, capullos).
Referencia. El miedo a las flores silvestres suele asociarse con otro trastorno fóbico: la apifobia (miedo a las abejas).
El lugar de esta fobia en la psicología y la psiquiatría
En psiquiatría, la antofobia se refiere a los trastornos conductuales y cognitivos de naturaleza neurótica, acompañados de temores irracionales y un estado de ansiedad. Se trata de un tipo de fobia simple, en la que el paciente desarrolla un miedo a determinados objetos (a diferencia de la social, en la que la persona teme meterse en una situación concreta).
Tras haber experimentado una vez pánico o sensaciones desagradables al entrar accidentalmente en contacto con una flor, el paciente teme que se repita esta situación y evita automáticamente situaciones que puedan estimular un retorno a los temores anteriores.
El código de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) para la antofobia es F40.2 (trastornos fóbicos aislados). La enfermedad puede desarrollarse como síntoma de un trastorno obsesivo-compulsivo o de una neurosis.
La antropofobia afecta principalmente a niños y jóvenes de entre 15 y 40 años.
¿Cuáles son los términos relacionados?
Cuando se habla de antofobia, algunas personas cometen el error de pensar que se trata del miedo a los colores. De hecho, el trastorno relacionado con el miedo a los tonos tiene otro nombre: cromatofobia. No se puede pasar por alto que la cromatofobia y la antofobia comparten una serie de características comunes.
Preste atención. En la antofobia, una persona puede sentirse horrorizada no sólo por la forma y el olor de la flor, sino también por su sombra.
Así, ambos trastornos pueden darse simultáneamente o desembocar el uno en el otro. Por ejemplo, si la antofobia apareció inicialmente como miedo a las flores amarillas, en ausencia de tratamiento, el trastorno puede progresar, manifestándose como cromatofobia.
Causas del desarrollo del miedo
La verdadera causa del desarrollo de la antofobia, como muchos otros trastornos fóbicos, no está establecida. Los médicos y los científicos tienen varios conceptos, cada uno de los cuales tiene su propio derecho a la vida.
Los microbiólogos creen que la causa directa de los trastornos fóbicos es hereditaria o adquirida durante la vida por trastornos metabólicos del cerebro.
En concreto, los pacientes con fobias presentan un aumento de la producción de catecolaminas, hormonas que regulan los niveles de estrés (adrenalina, noradrenalina), y un bloqueo de los receptores GABA (ácido gamma-aminobutírico), un compuesto que inhibe la actividad de los impulsos nerviosos.
Los psicólogos evolucionistas, que estudian el origen de los miedos irracionales, han sugerido que la antofobia puede haber sido un remanente evolutivo del miedo de los antiguos humanos a las plantas venenosas. Este estado interno puede haber sido una manifestación de la reacción de defensa del hombre antiguo ante un entorno hostil.
Los psicoanalistas también sugieren que la antofobia es uno de los mecanismos de defensa del sistema nervioso, que surge como reflejo de la ansiedad interior. Si el objeto que provocó la ansiedad ha sido desplazado al subconsciente, el paciente transfiere imperceptiblemente su actitud a otro objeto que le recuerda al primero.
Un ejemplo de un psicotrauma de este tipo que se ha convertido en una enfermedad:
- Castigo en la infancia por un jarrón de flores roto, un recuerdo infantil de un funeral en el que el niño quedó impresionado por la gran cantidad de flores.
- En una persona alérgica, las flores pueden haber sido una vez la causa de un ataque alérgico grave. El miedo a otro ataque es percibido inconscientemente por él y por los demás como miedo a las flores, aunque el peligro de una reacción alérgica haya desaparecido hace tiempo.
- Un niño puede tomar esta actitud ante los colores de uno de sus padres. Si la madre o el padre sufrían de antrofobia, el niño, al observar su comportamiento, copia inconscientemente su conducta.
Importante: en personas propensas a reacciones neuróticas, el consumo excesivo de alcohol, tabaco o drogas psicotrópicas puede provocar un ataque de pánico.
¿Quién está predispuesto?
Dado que la antropofobia forma parte de los trastornos neuróticos, las personas que padecen este trastorno conservan una percepción crítica de la realidad y se dan cuenta de que su miedo no se fundamenta en nada. Su personalidad y su pensamiento no se alteran.
El paciente es consciente de su problema, pero sigue sin poder hacer nada al respecto y continúa evitando el contacto con el objeto (en este caso, una planta en flor) que le provoca el miedo. Esta condición puede deprimir aún más al paciente, provocando estados depresivos.
Antofobia — un tipo de miedos ridículos que surgen en los niños durante el periodo de crecimiento y aprendizaje sobre el mundo. En algunas personas desaparecen con la edad, y en otra parte de la gente permanecen en la edad adulta.
La enfermedad es más susceptible a las personas desconfiadas, demasiado emocionales, neuróticas, propensas a la ansiedad frecuente e incapaces de hacer frente al estrés.
A las mujeres se les diagnostica este trastorno el doble de veces que a los hombres. La exacerbación de los trastornos neuróticos suele producirse en ellas durante el periodo de subidas hormonales del embarazo y la lactancia.
Síntomas
Los síntomas de la antropofobia se desarrollan rápidamente al encontrarse con el objeto del miedo o incluso al pensar en él. No es sorprendente que el paciente evite diligentemente los lugares donde pueda producirse un encuentro aterrador. Evita cuidadosamente las floristerías, no mira en dirección a los parterres, evita ir a visitar a conocidos que tengan plantas de interior.
El síntoma más frecuente de la antropofobia es un ataque de pánico. Se trata de un ataque de ansiedad grave e inexplicable, acompañado de numerosos trastornos autonómicos. El paciente puede experimentar temblores en las extremidades, fuertes latidos del corazón, aumento de la tensión arterial, náuseas y mareos.
Una nota al margen. Una reacción de pánico puede hacerse pasar por un ataque al corazón. El paciente experimenta dolor y presión en la zona del corazón, su ritmo cardiaco se altera, se observa asfixia.
En un esfuerzo por evitar situaciones que provocan síntomas desagradables, el paciente reduce su círculo social, lleva una vida recluida y, cuando se ve obligado a visitar la calle, piensa de antemano en rutas seguras. Como resultado, la vida del recluso se empobrece, sus relaciones personales se resienten, la actividad social disminuye, la realización creativa y profesional está ausente.
Cuando se ve obligado a permanecer cerca de un objeto aterrador (trabajar en una oficina con muchas flores), los compañeros del paciente pueden ser los sedantes o el alcohol. El miedo constante agota el sistema nervioso, se convierte en la causa de la depresión. En tal situación, no son infrecuentes los pensamientos suicidas.
En los casos más graves, la antropofobia se complica con un trastorno de ansiedad generalizada. En este caso, el paciente experimenta una ansiedad constante e inconexa, incluso en ausencia de estímulos externos. En esta situación, la persona necesita ayuda profesional urgente.
Características de la manifestación en niños y adolescentes
A los niños se les diagnostica «fobia verdadera» a partir de los 5-8 años, ya que los niños aún no tienen pensamiento crítico.
No son capaces de evaluar objetivamente su propio estado y comprender lo ridículos e inadecuados que son sus miedos para empezar a combatirlos.
En los niños pequeños, las fobias se manifiestan a nivel de emociones y reacciones de comportamiento. Cuando ven un objeto que les asusta, lloran, gritan, se quejan a los adultos. Los escolares y los adultos, al darse cuenta de lo ilógico de sus miedos, intentan contenerlos. Ocultan las manifestaciones de ansiedad, intentan combatirlas por sí mismos.
Diagnóstico
La base del diagnóstico de los trastornos fóbicos, entre los que se incluye la antropofobia, son los datos anamnésicos. Para obtener una imagen más completa de la enfermedad, los médicos utilizan técnicas de psicodiagnóstico. Entre ellas se encuentran la escala de Zang (para evaluar el estado mental), la escala de Beck (para determinar el nivel de ansiedad y depresión).
El diagnóstico se realiza de acuerdo con los criterios derivados del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5).
Cuando aparecen síntomas perturbadores, los médicos recomiendan encarecidamente al paciente que acuda a una institución médica para que le diagnostiquen y prescriban una terapia, porque en algunos casos los trastornos fóbicos (en particular la antropofobia) son precursores de la esquizofrenia y otros trastornos mentales peligrosos.
Se sabe que la reina Isabel de Gran Bretaña tiene miedo a las rosas, y la actriz Christina Ricci, a las plantas de interior.
¿Qué hacer si tienes miedo y no puedes afrontarlo?
En el caso de la antropofobia, la autoayuda debe combinarse con un tratamiento profesional. Sólo en este caso puede lograrse una remisión estable y duradera. En algunos casos, cuando la causa de la fobia está clara, el paciente es capaz de controlar sus reacciones y la enfermedad no va acompañada de síntomas graves, el autotratamiento es suficiente. Pero debe llevarse a cabo bajo el control del psicólogo tratante.
Para combatir la enfermedad de forma independiente, se pide al paciente que domine la técnica de la relajación. En un estado de relajación, será capaz de controlar de forma independiente sus sentimientos y emociones.
En un estado de relajación, se le pide al paciente que se acerque con cautela a los colores que le causan miedo. Debe mirarlos, olerlos, cogerlos con las manos. Poco a poco, el sistema nervioso se adaptará a las nuevas sensaciones. Las flores dejarán de provocar emociones negativas.
Más rápido para hacer frente al trastorno de ansiedad ayudará a un estilo de vida saludable, ejercicio regular, sueño saludable, la comunicación con la gente alegre y positiva.
Preste atención Durante el período de lucha contra la enfermedad, es muy importante contar con el apoyo de familiares y amigos.
¿Cuándo debo buscar tratamiento?
Si la enfermedad progresa, las experiencias negativas son demasiado fuertes y el paciente no puede hacer frente a la situación perturbadora por sí mismo, debe ponerse en contacto con un psicólogo profesional para que le diagnostique y le ofrezca un tratamiento integral.
¿Qué métodos de terapia se utilizan?
Los psicólogos consideran que la antofobia y otros trastornos fóbicos son una manifestación externa de un grave conflicto interno. Al desarrollar un esquema de tratamiento, el médico selecciona un conjunto de medidas para combatir no el efecto, sino la causa de la enfermedad. La terapia cognitivo-conductual en combinación con la medicación ayuda a conseguirlo.
La primera etapa del tratamiento es la identificación y el planteamiento del problema. El médico mantiene una serie de conversaciones con el paciente, durante las cuales revela la esencia del conflicto interno. La segunda etapa es la corrección de la actitud incorrecta que las flores conllevan una amenaza potencial.
En el curso de la terapia cognitivo-conductual, el paciente aprende a evaluar sobriamente la realidad, corrige sus sentimientos negativos.
Las tácticas de evitación, elegidas anteriormente como medida de defensa, se sustituyen por la capacidad de controlar de forma independiente la propia ansiedad aplicando técnicas de relajación.
En caso necesario, los métodos psicoterapéuticos de tratamiento se combinan con una terapia farmacológica a base de antidepresivos y tranquilizantes. Los fármacos prescritos por el médico ayudan a controlar los estados agudos, estabilizan el fondo psicoemocional del paciente y le preparan para un tratamiento psicoterapéutico posterior.
Además, al paciente se le pueden recetar fármacos del grupo de los nootrópicos y somníferos, que le ayudarán a eliminar la ansiedad, normalizar el sueño, estabilizar la memoria y los procesos de pensamiento.
¡Importante! Los fármacos utilizados en los trastornos de ansiedad son potentes y tienen una serie de efectos secundarios. Deben tomarse según el esquema y estrictamente según lo prescrito por un médico.
Prevención del desarrollo o de las exacerbaciones
La prevención de las fobias debe comenzar en la infancia, ya que es aquí donde se encuentran las raíces de muchos trastornos neuróticos. Es importante que los adultos traten adecuadamente los miedos de los niños, no los desvaloricen y no muestren desprecio por las experiencias de su bebé.
Para evitar la antropofobia, los padres deben cultivar en el niño el amor y el respeto por el mundo de los animales y las plantas. Es necesario llevar al niño a la naturaleza más a menudo, hablarle de la vida de las flores, admirar la belleza de las plantas en flor.
Si en la familia hay un niño o un adulto propenso a las fobias, debe rodeársele de atención y cariño. Un entorno familiar favorable ayudará a mantener la salud mental y a reducir el riesgo de recaídas.
Consecuencias y pronóstico
La antofobia y otros trastornos de ansiedad no amenazan la vida de los pacientes, sino que sólo empeoran significativamente su calidad. Con la progresión del trastorno, ni siquiera las tácticas de evitación ayudan siempre a escapar de las situaciones traumáticas. Esto amenaza con agotar el sistema nervioso, y, en última instancia, el desarrollo de enfermedades mentales graves.
Con una apelación oportuna a un psicoterapeuta, el paciente muy pronto se sentirá aliviado, y en el 80% de los casos obtendrá una cura completa, sin el riesgo de recaída.
Vídeo útil
Conclusión
El éxito del tratamiento de la antropofobia depende en gran medida del grado de la enfermedad, de si el paciente tiene patologías concomitantes y de lo dispuesto que esté a luchar activamente. En la mayoría de los casos, la terapia prescrita a tiempo da pronto resultados positivos, y el paciente consigue una larga remisión.
¿Le ha resultado útil el artículo? Valora
0 / 5. Número de valoraciones: 0
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023