Síndrome del directivo: síntomas y tratamiento, una historia de vida

El síndrome del directivo es una enfermedad vegetativa, una forma de neurastenia. La enfermedad no se transmite por el aire, pero aun así es necesario tratarla.

Un amigo, pariente, compañero con síndrome del gerente se vuelve insoportable, irritable y nervioso, causando molestias no sólo a sí mismo, sino también a los demás. Si nota síntomas de la enfermedad en usted mismo o en conocidos, es un motivo para buscar ayuda. ¿Qué es el síndrome del directivo y cuáles son sus síntomas?

Qué es el síndrome del directivo

qué es el síndrome del directivo

El síndrome del directivo se forma como resultado de un sobreesfuerzo emocional a largo plazo, asociado a la actividad laboral. En la zona de responsabilidad de una persona recaen demasiadas responsabilidades, que exigen mucha fuerza y energía. Como resultado, tarde o temprano aparecen los síntomas característicos. La persona antes seria y responsable se vuelve distraída, irritable, descoordinada. Todo esto se traduce en una forma de neurastenia, que requiere tratamiento. En otras palabras, se produce el agotamiento profesional o emocional.

Permítanme explicar en palabras sencillas qué es el síndrome del directivo con un simple ejemplo. Los habitantes de ciudades pequeñas se esfuerzan por trasladarse a una megápolis para triunfar allí. Cada uno tiene su propio concepto de este misterioso éxito: para algunos, la familia; para otros, la carrera profesional; para otros, amplias oportunidades económicas. La mayoría de la gente piensa que es en una gran ciudad donde le esperan acontecimientos brillantes y alegres a casi cada paso.

La gran ciudad plantea sus exigencias a los provincianos, sin las cuales es extremadamente difícil mantenerse a flote. Hay que pagar la vivienda, proveerse de alimentos, ropa y artículos de primera necesidad. Todo esto es muchas veces más caro en las capitales y sólo en las grandes ciudades que en la periferia.

Una persona que viene de un pueblo o una ciudad pequeña se pierde e intenta abarcarlo todo a la vez. Un nuevo trabajo, un círculo social, novios y novias, diversiones. Hay que trabajar duro y con constancia para ganar al menos lo necesario. Y aquí es donde falla el sistema: demasiada responsabilidad para una sola persona. Si prestas atención al problema a tiempo, puedes elegir las esferas prioritarias y mantener la salud mental y emocional dentro de los límites normales. Si intenta estar al día de todo y en todas partes, se forma el síndrome del directivo.

Este no es el único escenario posible, puede haber muchos. Por ejemplo, un cambio repentino en la esfera de actividad, la aparición de los hijos u otros cambios en la vida, que muchas veces aumentan la responsabilidad.

Causas

causas del síndrome del directivo

Síndrome del directivo: ¿qué es y cuáles son sus síntomas? ¿De dónde viene y es posible prevenirlo?

Las medidas preventivas pueden evitar la formación y el desarrollo de la enfermedad, por lo que no debe descuidarlas. Hablaremos de la prevención y los síntomas más adelante, y ahora tratemos las causas.

El síndrome del directivo debe su nombre al hecho de que los directivos son más propensos a padecerlo que los demás. Directivos, coordinadores, organizadores, administradores: todos los representantes de estas profesiones tienen un amplio ámbito de responsabilidad. Esto no significa que los médicos y los vendedores no puedan desarrollar el síndrome. En cualquier trabajo hay un cierto nivel de responsabilidad, pero varias profesiones se caracterizan por la multitarea. Es el desajuste entre recursos y necesidades lo que da lugar al desarrollo de la enfermedad.

Factores que provocan el desarrollo del síndrome

responsabilidad

Hay varios factores principales que afectan en mayor medida al desarrollo del síndrome del directivo.

  1. Aumento de la concentración. Sin duda, es importante prestar atención al trabajo y cumplir cualitativamente con sus obligaciones. Sin embargo, no hay que llegar a los extremos si se quiere evitar el desarrollo de la enfermedad. Dedique tiempo suficiente al trabajo, pero no trabaje en exceso. En este caso, la distribución racional del tiempo será de gran ayuda.
  2. Monotonía. Tareas agotadoras, trabajo rutinario, estar constantemente sentado: todo esto afecta negativamente a la salud tanto física como emocional.
  3. Mayor responsabilidad. Si una persona es responsable de un caso importante y no hay nadie con quien compartir la «carga», se vuelve ansiosa y teme cometer un error.
  4. Etiqueta en los negocios. La interacción constante con los clientes provoca un rápido desgaste profesional, ya que hay que comunicarse con educación y cortesía incluso con personas molestas y sin tacto.
  5. El descanso. El descanso físico no puede compensar el descanso emocional y psicológico. Si una persona se tumba en la playa y se toma un cóctel, pero los pensamientos están en el trabajo y analizan las tareas realizadas y por realizar, ese ocio no se considera un descanso en toda regla.
  6. Condición física. Algunas tareas en el trabajo requieren habilidades especiales que hay que desarrollar y entrenar. Por ejemplo, después de una enfermedad, una persona ha perdido algunas de sus habilidades y no puede recuperarse. Como resultado, se siente impotente y experimenta emociones negativas.

Controle su estado en todos los puntos e intente tomar las medidas adecuadas en una fase temprana. Si no es posible «apagar» la cabeza de forma independiente, póngase en contacto con un psicólogo.

Síntomas

despiste

El síndrome del directivo se manifiesta por los siguientes síntomas

  • despiste;
  • falta de iniciativa;
  • disminución de la libido;
  • inseguridad;
  • pérdida de interés por las actividades que antes le gustaban;
  • trastornos del sueño;
  • aumento de la fatiga;
  • indecisión;
  • disminución de la capacidad de trabajo;
  • irritabilidad;
  • nerviosismo.

El primer signo del síndrome es la disminución de la iniciativa, la capacidad de trabajo y el interés por el empleo. Lo más frecuente es que la enfermedad se desarrolle en un contexto de mayor concentración de trabajo en la vida. Cada persona tiene su propia norma, «intensidad de trabajo». En pocas palabras, Konstantin condicional con placer trabaja todas las 8 horas 5 días a la semana, teniendo tiempo para descansar durante 2 días de descanso. Y Natalia condicional se cansa ya a mitad de semana, porque para ella el máximo productivo son 3 horas de trabajo al día.

Esta variación no significa que las personas más trabajadoras y capaces sean mejores que las demás. Sólo indica que se sienten cómodas con un determinado modo de empleo.

A menudo, el síndrome del directivo se manifiesta en personas que realizan un trabajo tedioso, que no les produce ningún placer. Y lo que es más frecuente, estas personas no tienen la oportunidad de cambiar de ámbito de actividad para que les resulte agradable.

Por ejemplo, Andrei Stepanovich trabaja como ingeniero y gana 150 mil rublos al mes. Este dinero es suficiente para mantener a sus dos hijos y a su mujer, que sigue de baja por maternidad. Andrei Stepanovich ha adquirido mucha experiencia en su profesión y sueña con transmitirla a las generaciones más jóvenes: dar clases en la universidad. Sin embargo, allí su sueldo se reducirá más del doble, por lo que el hombre se ve obligado a seguir trabajando como ingeniero por el bien de su familia.

Un gran número de personas caen en esta trampa, por lo que todo el mundo debería saber qué es el síndrome de manager, cuáles son sus síntomas y su tratamiento. El conocimiento ayudará a evitar el desarrollo de la enfermedad y a iniciar el tratamiento a tiempo.

Tratamiento de la enfermedad

ducha de contraste

El síndrome del directivo, cuyo tratamiento no es difícil, puede prevenirse o evitarse que se desarrolle. Siga unos sencillos consejos para prevenir la enfermedad

  • dormir un número cómodo de horas (para un adulto, la norma e s-6-8 horas);
  • si no puedes levantarte antes, acuéstate más temprano;
  • dedica las mañanas a cosas que te den energía: haz ejercicio, dúchate, corre, desayuna;
  • separa tus actividades profesionales de las personales;
  • No dejes que las emociones negativas relacionadas con el trabajo se extiendan a tu vida personal;
  • descansa emocional y físicamente;
  • no tengas miedo de compartir responsabilidades con tus compañeros;
  • planifica tu tiempo para poder gestionarlo todo durante las horas de trabajo.

Hay otro consejo obvio pero eficaz: cambia de ámbito de actividad, si el puesto actual no te gusta nada y no te aporta ninguna alegría.

Hablemos ahora de cómo tratar el síndrome del gestor. Independientemente de la fase en la que se encuentre la enfermedad, consulte a un psicólogo. Por ejemplo, cuando se trabaja constantemente con clientes, es difícil contener de forma independiente el agotamiento profesional. Incluso si los síntomas acaban de empezar a aparecer, el especialista le indicará métodos individuales de corrección.

Autotratamiento

dormir

Algunos métodos de tratamiento son fáciles de practicar por cuenta propia. Entre ellos se incluyen:

  1. Actividad física moderada. Si trabaja todo el día frente al ordenador o permanece sentado varias horas seguidas, es absolutamente necesario cargar los músculos. De lo contrario, se volverán flácidos y esto, a su vez, provocará problemas de salud.
  2. Planificación. Si sientes que no puedes con la carga, intenta reducirla. Si no puedes concentrarte en absoluto en tu trabajo, lo más sensato es que te vayas de vacaciones y, tras un descanso, puedas empezar tus obligaciones con renovado vigor.
  3. Duerme. Asegúrate de dormir lo suficiente. Dormir poco tiene un efecto negativo en el organismo, que no tiene tiempo de recuperarse y descansar.

Estas formas sencillas ayudarán a aliviar el trabajo de parto y a encontrar más fuerzas para realizar las tareas diarias.

Tratamiento psicoterapéutico

La terapia la prescribe un médico y la lleva a cabo él. Por su cuenta, es difícil lograr los mismos resultados que un especialista. Existen varios tipos principales de psicoterapia para el tratamiento del síndrome del gestor

  • hipnoterapia (hipnosis);
  • terapia centrada en la persona: resolución de conflictos internos;
  • Terapia cognitivo-conductual: vincula las emociones y el comportamiento;
  • psicoterapia racional — cambiar la actitud del paciente ante situaciones habituales y ante los demás.

El especialista selecciona individualmente el método de tratamiento, centrándose en el estadio y los síntomas de la enfermedad.

La historia de un conocido con síndrome del gestor

Le contaré la historia de una persona bastante cercana, después de la cual comprenderá por qué no debe ignorar el tratamiento. Un joven, llamémosle Sergei, siguió los pasos de sus padres y se realizó en su profesión favorita. Lo hacía todo bien, su trabajo le proporcionaba placer, su sueldo le alcanzaba para todo. La vida iba viento en popa, ni siquiera se preveía el agotamiento profesional.

Inesperadamente, se produjo una situación desagradable, a consecuencia de la cual Sergei tuvo que dejar su trabajo y, más tarde, su profesión. Al principio nuestro héroe simplemente no quería volver por orgullo, y más tarde perdió completamente esta oportunidad.

Una mujer de baja por maternidad y dos hijos no podían valerse por sí mismos, así que había que encontrar urgentemente un nuevo trabajo. Sergei incluso recibió otra educación, pero no fue elegido por el corazón. Como resultado, el hombre tenía una profesión, pero no podía permanecer en ningún puesto más de un par de años. La actividad cambiaba constantemente, pero en ninguna de las esferas Sergei ya no podía realizarse.

A principios de la década de 2000, era raro que un ciudadano consultara a un psicólogo o psicoterapeuta, y a entender de nuestro héroe, parecía algo vergonzoso. No veía el problema, así que siguió cambiando de trabajo, hundiéndose cada vez más en el síndrome del directivo. Cada nuevo trabajo parecía librarle de la apatía y la falta de voluntad para hacer nada, pero no fue así.

Esta historia no tendrá un final feliz, porque a día de hoy Sergei no consigue sentir plena satisfacción por los resultados de su trabajo. Intenta buscar excusas para no hacer cosas innecesarias, delega funciones y no muestra ninguna iniciativa. En el trabajo, el hombre sale deprimido y vuelve amargado e insatisfecho. Es evidente que el siguiente puesto no es adecuado para él.

Si al principio de su viaje Sergei hubiera pedido ayuda o se hubiera diagnosticado de forma independiente su síndrome del directivo, quizá ahora estaría contento de ir a trabajar. Pero, por desgracia, la enfermedad se ha vuelto crónica y es imposible convencerle de lo contrario.

En cualquier profesión puedes «ganarte» el agotamiento emocional, por lo que es importante vigilar tu estado. Cuídate para no vivir toda tu vida como Sergei, que nunca se siente feliz.

Conclusión

El ritmo de vida moderno y la carrera constante por los beneficios de la vida nos obligan a elevar constantemente nuestro propio listón. Nos esforzamos por abarcar lo inmenso, por ganarnos el respeto, por llegar al éxito. Como resultado de las tareas abrumadoras y la alta responsabilidad, se forma la neurastenia, que requiere tratamiento.

Síndrome del directivo: ¿qué es esta enfermedad que pisa los talones a los adictos al trabajo y a todos aquellos que dan prioridad al trabajo? ¿Cómo resistir y proteger su salud? Ahora usted sabe las respuestas a estas preguntas y diagnosticar fácilmente a sí mismo oa un ser querido con los síntomas.

Recuerda que el trabajo no es lo principal en la vida. Trate de descansar, dormir lo suficiente y comer alimentos saludables. Sólo un seguimiento constante de tu estado te alejará del agotamiento prematuro.

Fecha de actualización: 12-5-2022