Deflexión: cómo protegerse de situaciones traumáticas

¿Qué hacer si uno siente que la intensidad emocional de una conversación está a punto de llegar a su límite? Algunas personas siguen luchando hasta el final, defendiendo obstinadamente su opinión. Otras personas simplemente se alejan de la conversación, cambiando su atención a cosas ajenas, sueños, fantasías, etc. Esto se llama deflexión. Según los psicólogos, ayuda a protegerse de emociones desagradables y, posiblemente, de traumas emocionales. ¿Es realmente así? ¿Por qué se desarrolla la deflexia y cómo deshacerse de ella?

¿Qué es la deflexia?

qué es la deflexión

La deflexia es un concepto de la psicología de la Gestalt. Se trata de uno de los métodos de defensa psicológica, que consiste en evitar el contacto, así como en transferir las experiencias a una zona intermedia. Esta zona significa un espacio que no está conectado ni con los acontecimientos reales ni con el mundo interior de un individuo.

Según los psicólogos, este mecanismo de defensa es el más difícil de corregir. Esto se debe a que en la mayoría de los casos se activa inconscientemente.

La principal tarea de la deflexión es rebajar el calor de la pasión durante la construcción del contacto real, para ahorrar recursos emocionales y cognitivos. En cuanto una persona experimenta malestar o tensión excesiva, sufre algún ataque o siente que su estado psicológico se deteriora, se retira mentalmente de la zona de conflicto. En cuerpo está allí, pero sus pensamientos están lejos de este lugar.

Podemos decir que en la deflexión una persona bloquea su conciencia por su propia mano, protegiéndola así de factores traumáticos y desagradables procedentes del exterior. Como resultado, se pierde la conexión entre el estado psicoemocional y los acontecimientos reales. El individuo es consciente de ellos, pero no interactúa con otros participantes. Es decir, para él lo que está ocurriendo no provoca ni emociones malas ni buenas. Tiene una actitud neutral ante la situación.

Curiosamente, la deflexión puede ser sana y malsana. En el primer caso, brinda la oportunidad de evitar tomar una decisión, de evitar responder, de distraerse de una emoción fuerte. Por ejemplo, algunas personas, al experimentar miedo, se echan a reír o inician una conversación sobre un tema abstracto. La deflexia malsana priva a las personas de la oportunidad de establecer contacto no sólo con el mundo exterior, sino también consigo mismas.

Por qué la gente elige la deflexia

En la terapia Gestalt, se cree que la deflexión es una forma de evitar el dolor y otras emociones desagradables. Es una oportunidad para elegir el curso de acción más cómodo. Y, a menudo, la gente elige la que conlleva menos sufrimiento, sufrimiento emocional incluido.

Por qué se desarrolla la deflexia

desconfianza

Hay varias razones para el desarrollo del comportamiento deflexivo:

  1. El individuo no confía en el interlocutor o en el grupo de personas con las que contacta.
  2. El individuo no se siente protegido, seguro.
  3. Existe miedo a volver a experimentar el dolor vivido en el pasado.
  4. Ya se ha vivido una situación similar y ha causado un trauma psicológico.
  5. Las experiencias superan el umbral emocional, el nivel aceptable de tensión.

Todos los factores anteriores favorecen que una persona ponga en marcha los mecanismos de interrupción del contacto. Exteriormente, está presente aquí y ahora, pero sus procesos mentales están ocupados con algo que le distrae. Puede tratarse de sueños, fantasías, razonamientos no relacionados con el tema de conversación o con los sentimientos del propio individuo.

Consecuencias de la deflexión

malentendido en el diálogo

La deflexión provoca malentendidos con la persona con la que se intenta establecer contacto. Pongamos el ejemplo de las relaciones familiares.

Supongamos que usted no está satisfecha con el hecho de que su marido deje una montaña de platos sin lavar. Con el tiempo, se enfada mucho. ¿Qué hacer? Hay dos opciones:

  1. Exprese su descontento directamente.
  2. No digas nada o dilo, pero no directamente.

La segunda opción se llama deflexión. Imagina la situación cuando tu marido vuelve a dejar los platos sucios. Usted no puede contenerse, pero no hablar directamente, pero le acusan de falta de respeto, que no te aprecia. A usted le parece que todo está muy claro. El hombre, por el contrario, no entiende nada. En algún momento pensará que estás histérica, que estás harta de él y que no sabes qué hacer. Y en ese tipo de relaciones tóxicas vive mucha gente durante años.

Resulta que la deflexión provoca conflictos. Pero el problema sigue sin resolverse. Y así ocurre en todas las esferas de la vida. Si preguntas a los participantes en una situación de conflicto qué ha ocurrido, te darán dos respuestas completamente distintas.

Formas de salir de la deflexia

Lo primero que tienes que hacer es comprender hasta qué punto la deflexia interfiere en tu vida. Al fin y al cabo, es una forma de defensa psicológica que te ayuda a hacer frente a algo desagradable para ti.

Si decides que la deflexia interfiere en tu capacidad de establecer contacto con la gente que te rodea, pasa a la acción.

notas en papel

Coge un papel en blanco y un bolígrafo. Describe 5 situaciones que desencadenen en ti las emociones más fuertes en ese momento. Piensa si alguna de estas emociones es negativa. Si es así, pasa al siguiente paso. Si no es así, no vale la pena continuar, la petición es falsa.

Ahora tienes que darte cuenta de que el problema es real. Si te distraes de él, si cambias tu atención a otra cosa, no desaparecerá y no se resolverá por sí solo. Por eso tienes que enfrentarte a él.

Piensa en un par de formas de salir de la situación. Imagina que vives con tu suegra, con la que la relación no es muy buena. No puedes ser grosera con ella a cambio, así que la pagas con tu marido o con tu hijo. Esto es deflexión. ¿Cómo resolver el problema? Se nos ocurren las dos opciones más obvias: mudarnos a una vivienda de alquiler o comprar una propia.

Ejemplos de la vida

Como ya se ha dicho, en la deflexión una persona se distrae de la esencia de la conversación, la traslada a otro tema, realiza acciones inútiles, etc. Pongamos un ejemplo. Imaginemos dos faisanes machos que compiten por el territorio, atrayendo así a las hembras. Parece que están a punto de lanzarse el uno contra el otro. Pero de repente uno de los pájaros se distrae con sus plumas y empieza a limpiárselas. Parece que está ganando tiempo, pensando cómo resolver la cuestión. Resulta que el faisán simplemente se distanció de la situación desagradable para él.

Pasemos ahora a las personas. Supongamos que te ves obligado a dialogar con una persona que te molesta. En algún momento quieres echarle y marcharte. Pero comprende que ese comportamiento afectará mucho a su reputación. O temes que tu oponente responda a tu agresividad. ¿Cómo te comportas en estas situaciones? La mayoría de la gente se distrae con algo insignificante, por ejemplo, mirando a su alrededor, mordiéndose los labios, concentrándose en enroscarse el pelo en el dedo, haciendo bromas fuera de lugar, sonriendo. Es decir, hacen cosas que no encajan en el diálogo.

Hay otro ejemplo: una reunión en la que el director tiene previsto debatir la estrategia de desarrollo de la empresa para los próximos años. A los empleados no les interesa el tema. Pero no pueden decirlo directamente. Y aquí es donde entra en juego la deflexión. En qué se manifiesta: hay varias opciones:

  1. Los empleados se distraen de vez en cuando con sus teléfonos o tabletas, fingiendo buscar alguna información relativa al tema de la conversación.
  2. Lo que ocurre es una imitación de tomar notas. En realidad, la gente sólo está garabateando algunas cifras sin sentido en sus cuadernos.
  3. Los que hacen sugerencias realmente buenas son ridiculizados abiertamente.
  4. Se inician conversaciones filosóficas, en las que quizá se debatan todo tipo de estrategias. No se presta atención a la más adecuada.
  5. Los participantes en la reunión no miran al líder, distraídos por las flores que hay en el alféizar o, por ejemplo, un pájaro al otro lado de la ventana.
  6. La situación se describe con frases vagas, no hay detalles concretos.

¿Cómo acabará una reunión así? Naturalmente, la deflexión no ayudará a resolver las cuestiones y tareas fijadas por los jefes. Esto significa que tampoco se elaborará la estrategia.

Conclusión

¿Qué es la deflexión? En Gestalt, es un método de defensa psicológica en el que una persona simplemente se abstrae de lo que ocurre a su alrededor. De este modo, se protege de emociones desagradables o evita el desarrollo de una situación conflictiva. Per o-y esto es lo más importante- la deflexión no resuelve el problema. Así que intenta deshacerte de ella

Fecha de actualización: 11-16-2023