El miedo a los insectos ya se mencionaba en la antigüedad. Se registraron casos de este tipo en todas las culturas. Los insectos solían ser más grandes, más peligrosos. Especialmente para las personas que vivían en la naturaleza.
Hoy en día, la insectofobia no es menos común. La gente tiene miedo por razones objetivas, pero el miedo en sí es irracional. Veamos los mecanismos de aparición de la fobia, las formas de diagnóstico y el tratamiento.
Tabla
Tipos de miedo a los insectos
Insectofobia o entomofobia son los nombres oficiales del trastorno. Una persona que padece insectofobia experimenta un fuerte miedo a los insectos, teme encontrarse en una situación en la que tenga que enfrentarse a ellos. Tiene pesadillas relacionadas con insectos. Periódicamente, los miedos acompañan a ataques de pánico y otras reacciones del sistema autonómico.
La fobia se divide en subtipos:
- La acarofobia es el miedo a las garrapatas.
- La apiofobia es el terror a las abejas.
- La dipterofobia es el miedo a las moscas.
- La knidofobia representa un terror incontrolable a los aguijones.
- La mirmecofobia es una manifestación del miedo a las hormigas.
- La escolecifobia es el miedo a los gusanos.
- La aracnofobia es un miedo incontrolable a las arañas.
- La isopterofobia es el miedo a las termitas.
La fobia es la misma, sólo difieren las fuentes del miedo. Cada uno de los insectos puede causar daño a una persona. A menudo hay fobias a las garrapatas, ya que son portadoras de enfermedades graves. Existe fobia a los mosquitos. La gente teme que los mosquitos puedan contagiarles el SIDA u otras enfermedades.
Los alérgicos a las abejas pueden morir gravemente por sus picaduras si no tienen la opción de tomar antihistamínicos. De ahí la fobia. Otros miedos se deben a la aversión, multiplicada por traumas psicológicos, estrés.
Síntomas de la insectofobia
Una persona que sufra una forma de insectofobia evitará ir a la naturaleza. En casa, cuelga redes de seguridad. La visión de un insecto no sólo provoca aversión, sino pánico, un miedo incontrolable.
Las manifestaciones fisiológicas también están necesariamente presentes. Aparecen en el momento en que una persona se encuentra con la fuente de su miedo, cuando sueña con ella o teóricamente puede encontrarse con ella. Al ir al bosque, en la naturaleza. A menudo los insectos vuelan o se meten en el piso.
Signos físicos del trastorno:
- ataques de ansiedad;
- palpitaciones del corazón;
- a menudo hipertensión arterial;
- ataques de pánico;
- ansiedad;
- temblores en el cuerpo, extremidades;
- piel pálida o enrojecida en cara, cuerpo, manchas rojas en la piel;
- pies de algodón, debilidad;
- desmayos;
- fuerte deseo de matar al insecto;
- sensación de desrealización.
Todos estos síntomas se presentan periódicamente en una persona con una fobia verdadera. Cuando no hay manifestaciones físicas, no hay fobia. La aversión a los insectos es inherente a cada uno de nosotros. Todo el mundo intentará matar una araña, sacudirse una garrapata, echar una abeja del piso. Es una reacción natural. Una fobia real es un miedo fuerte, sentimientos de ansiedad, ataques de pánico, cambios físicos en el cuerpo.
Causas de la fobia
Hay dos teorías principales que subyacen a la explicación del origen de todos los trastornos fóbicos existentes.
La teoría psicodinámica del Dr. Freud explica el miedo por el hecho de que el hombre, en el proceso de evolución, pretendió dominar y subyugar completamente a la naturaleza. Así, se deshizo de todos los miedos, pero algunos seguían penetrando en el subconsciente. Por lo tanto, las fobias no se pueden controlar — son más profundas, en el subconsciente. Nuestros antepasados tenían miedo a los insectos, que picaban dolorosamente, podían ser causa de muerte. Este miedo se nos ha transmitido evolutivamente.
Otra explicación es más popular hoy en día. La mayoría de los científicos se inclinan por el hecho de que la fobia se produce en una situación psicotraumática real o modelada. Por ejemplo, un niño puede recibir un mordisco, experimentar dolor y recordarlo. O el miedo se desencadena por la repetición de un patrón de comportamiento adulto. Los padres tienen miedo de las abejas, cuentan a sus hijos que pican dolorosamente, el niño empieza a fantasear. Y la fantasía puede dar más miedo que la realidad en niños impresionables. Por tanto, existe un miedo irracional real a los insectos.
Tratamiento
El tratamiento de la insectofobia se desarrolla en dos etapas:
- Búsqueda de la causa: situación psicotraumática en el subconsciente, memoria.
- Trabajo sobre la situación, replanteamiento.
En primer lugar, el terapeuta encuentra la causa que desencadenó la fobia. El paciente ve la situación de otra manera. Si se elimina la causa, los síntomas desaparecen. Con el tiempo, la persona se libra por completo de la fobia.
También se realiza una terapia de asistencia. Consiste en establecer asociaciones positivas con insectos de la especie que asusta al paciente. Los psicólogos muestran el miedo desde el otro lado, explican el grado de peligro real. El paciente se da cuenta de hasta qué punto se han exagerado sus temores. El pánico deja de aparecer. En caso necesario, el médico prescribirá medicamentos para eliminar la ansiedad y destructivos para las manifestaciones corporales del miedo.
Autotratamiento
No todo el mundo tiene la oportunidad de visitar a un psicoterapeuta. El autotratamiento es mejor que la inacción. Si tiene signos psicológicos y físicos de fobia, pruebe estos métodos de autotratamiento. Inmediatamente vale la pena estipular que no puede recetarse a sí mismo de forma independiente ningún sedante. Si desea asesoramiento sobre la toma de medicamentos, póngase en contacto con un terapeuta o neurólogo. El médico le recomendará fármacos adecuados para cada caso.
Recomendaciones para adultos
En primer lugar, realice un autoanálisis. Anote todo lo que le asusta. ¿Qué hacer a continuación?
- Analice cada episodio como si fuera un psicólogo. Explica que el miedo no era real, era fantasía, pánico.
- Pregunta a tus padres si de pequeño te picaban los insectos. A menudo, las causas de la fobia tienen su origen en la infancia.
- Lee sobre los insectos que te dan miedo. Mira fotos. No horribles, sino en las que aparecen tranquilos en la naturaleza.
- Estudia la información: tienes que comprender el peligro real.
- Piensa si otras personas sienten lo mismo cuando están cerca del objeto del miedo.
- Aprende a tolerar la presencia de este insecto cerca. Después, intenta tocarlo si no supone una amenaza para tu vida. Por ejemplo, si tienes miedo a las arañas, merece la pena que acudas a una tienda especial de animales donde las vendan. El vendedor le dirá todo, le dará a sostener una araña que no es peligroso en este momento.
Muchas personas después de deshacerse de la fobia tienen insectos en casa
Recomendaciones para los niños
Los miedos de los niños son más difíciles de superar. Es mejor hablar con un psicólogo. Puede ser por teléfono, por Internet o en persona, concertando una cita.
Independientemente, sólo puedes leer junto con el niño cuentos de hadas, donde los insectos aparecen en forma de héroes. Hay excelentes dibujos animados sobre abejas y hormigas.
Con los niños adultos también tienen que hablar de miedos, tratar de averiguar la razón. Demuestre que el miedo es exagerado. Las precauciones normales son suficientes.
Si un ataque te pilla por sorpresa
La insectofobia suele pillar a una persona en el momento menos oportuno. Puedes ver un insecto sobre ti o en las inmediaciones en cualquier lugar: en el trabajo, en casa, durante un paseo, en la naturaleza. Lo primero que hay que hacer es alejarse a una distancia segura. Es una simple medida de precaución que evitará la picadura si se trata de una abeja, una garrapata o una araña. Si el insecto está en casa, hay que echarlo o destruirlo. Una abeja puede expulsarse abriendo una ventana. Una araña es más difícil.
Hay 5 consejos para hacer frente al pánico:
- Si cunde el pánico, respire profundamente. Inhale en uno, exhale en dos.
- Llame a alguien que pueda ahuyentar al insecto de la casa.
- Recuerda que no hay peligro real.
- Recuerda que la causa del miedo es tu visión distorsionada de la especie. El insecto no representa ningún peligro. No tienen costumbre de atacar innecesariamente.
- No le des mayor importancia al episodio. Cambia inmediatamente a otros pensamientos. Vivimos en unidad con la naturaleza, y las arañas, abejas y demás forman parte de ella tanto como los humanos.
Aprende a controlarte, no reacciones emocionalmente de forma exagerada. Imagina a la persona más tranquila y equilibrada de tu entorno. ¿Cómo reaccionaría? Toma su patrón de comportamiento y cópialo.
Algunos datos
Hay pueblos que hoy viven en la naturaleza, lejos de la civilización. Están constantemente en contacto con insectos de distintos tipos y no les tienen miedo. Hay varias razones para ello:
- Los insectos no se alimentan de humanos; no tienen motivos para atacar. (Excepción: mosquitos y garrapatas).
- Tras una picadura de garrapata, basta con acudir a un centro médico donde te ayuden.
- Las picaduras de mosquito no transmiten el SIDA. No se ha registrado ni un solo caso, a pesar de que la enfermedad es muy común.
- Una abeja te pica y muere. Sólo atacará como último recurso. Así que no tengas miedo de las abejas. Mantén la calma. Da un paso atrás. Es suficiente.
- Todo el mundo tiene miedo de las arañas. Pero poca gente sabe que ni siquiera las tarántulas tienen veneno mortal. En muchas especies, sólo las hembras son venenosas durante la época de cría. Esto reduce drásticamente las posibilidades de letalidad. No todas las arañas venenosas lo son tanto como para que una persona muera. Basta con estudiar la información, para saber qué medidas tomar en caso de picadura.
Ahora piénsalo, ¿está justificado tu miedo?
Conclusión
Recuerda: los insectos son una creación de la naturaleza tanto como las personas. Sin ellos, nuestro planeta se extinguiría. Por lo tanto, vale la pena averiguar la causa de la insectofobia en tu caso, para librarte de ella y poder vivir una vida plena, sin perder el tiempo con miedos.
Fecha de publicación: 3-5-2022
Fecha de actualización: 3-5-2022