El autoanálisis es una conversación entre una persona y sí misma, volviéndose hacia el interior de sí misma, analizando sus propias acciones, pensamientos, sentimientos. Un nombre alternativo es reflexión (se hace hincapié en la segunda sílaba). El término deriva del latín reflexio, que se traduce como «vuelta atrás». Analicemos en detalle y expliquemos la definición de autoanálisis en mujeres y hombres, la esencia del proceso y su valor para el desarrollo personal. Descubramos cómo hacer un autoanálisis de uno mismo.
Tabla
Qué es el autoanálisis
¿Qué es la introspección en psicología? Demos una definición. El autoanálisis de la personalidad es la apelación de una persona a su conciencia. Es una observación de uno mismo, con la ayuda de la cual una persona encuentra respuestas a las preguntas que le preocupan. El autoanálisis es el medio más accesible y universal de ayuda psicológica. Antes de acudir a un psicólogo con cualquier problema, hable consigo mismo. La manifestación más elevada del autoanálisis es la transferencia del problema del nivel inconsciente al nivel de la conciencia.
Por qué es necesario el autoanálisis de la personalidad
¿Cuál es el propósito del autoanálisis? Ayuda a una persona a ordenarse, comprenderse y aceptarse a sí misma. Esto, a su vez, ayuda a encontrar la armonía interior y exterior, y también contribuye a la formación y el desarrollo de la personalidad. Con la ayuda del autoanálisis, el sujeto comprende sus motivos, necesidades, valores, deseos y sentimientos.
El resultado del autoanálisis es que la persona se da cuenta del verdadero problema y desarrolla un plan paso a paso para su eliminación.
Cuándo es necesario recurrir al autoanálisis
El autoanálisis se utiliza en situaciones de inestabilidad psicológica, cuando una persona no ve la lógica, la relación causa-efecto en lo que está sucediendo en su vida. Por ejemplo, una persona recurre al autoanálisis cuando:
- inesperadamente por sí misma se enfada con alguien cercano;
- ser rechazado para un empleo una y otra vez, sintiendo que va en círculos.
- no puede romper una relación enfermiza, aunque se da cuenta de que le perjudica;
- se pone ansioso sin motivo aparente;
- se niega a tomar decisiones importantes por miedo infundado, etc.
Ésta es una lista de razones probables para empezar a analizarse.
En general, el autoanálisis debe realizarse cuando se experimenta cualquier malestar mental, cuando se está en conflicto con uno mismo. Siempre que sienta que está perdiendo el contacto consigo mismo y con el mundo, recurra al autoanálisis.
Cómo realizar un autoanálisis de uno mismo
Poco a poco aprenderás a realizar el autoanálisis en cualquier momento y lugar, abstrayéndote rápidamente de las condiciones externas. Sin embargo, al principio de tu camino para dominar esta habilidad, te recomiendo seguir el siguiente plan.
Cómo hacer un autoanálisis de uno mismo:
- Reserve un momento y un lugar convenientes. Dedícate una hora o un par de horas. Apaga el teléfono, el ordenador y la televisión. Nada ni nadie debe distraerte.
- Ten preparado un bolígrafo y un cuaderno. Fijar tus pensamientos, esbozar diagramas es útil en cualquier etapa del dominio del autoanálisis.
- Determina qué es exactamente lo que te preocupa y haz una lista de preguntas.
Más adelante hablaremos de las preguntas. Por ahora, esbocemos brevemente un plan para dirigirnos a nosotros mismos. Empieza con la pregunta: «¿Cómo me siento?». Luego, para cada respuesta, pregúntate «¿Por qué?» y ve desenredándola poco a poco como un ovillo de hilo.
Objetivos y metas
¿Cuál es el objetivo principal del autoanálisis regular? El propósito del autoanálisis es aliviar la condición, comprender los problemas psicológicos reales. En pocas palabras, una persona necesita el autoanálisis para darse sentido a sí misma y a su vida. Cualquier malestar psicológico está relacionado con el hecho de que una persona va en contra de sí misma, de su esencia y suprime su potencial personal, su verdadero yo.
Las tareas que la personalidad resuelve en el proceso de autoanálisis:
- Expresarse honesta y abiertamente, tan plenamente como sea posible;
- comprender las relaciones ocultas de causa y efecto y los verdaderos motivos de sus acciones;
- identificar actitudes y pautas de comportamiento destructivas, abandonarlas y sustituirlas por modelos productivos.
No hay que confundir el autoanálisis con el autoexamen y la autoexigencia. Esto último es destructivo. Lo primero es productivo. El autoanálisis es un análisis comedido y sin prejuicios de la situación. No calificas tus pensamientos, acciones y deseos de malos o buenos. Simplemente tomas tus respuestas como dadas. Analizas, no indagas sin sentido en el pasado o el presente.
Tipos de introspección
Podemos distinguir entre autoanálisis sistemático y no sistemático. El primero está pensado para resolver problemas complejos que interfieren en la vida de una persona y situaciones que se repiten una y otra vez. Por ejemplo, cuando un hombre lucha contra el miedo a salir con el sexo opuesto, hace ejercicios, lleva un diario y hace un seguimiento de la dinámica.
La introspección no sistemática se utiliza cuando una persona quiere explicar algo puntual. Por ejemplo, no entiende por qué un amigo se ha sentido ofendido por él y ahora no le habla. Además de intentar hablar con el amigo, el sujeto también se vuelve hacia sí mismo, analiza sus palabras y acciones.
Además de los tipos de autoanálisis, es habitual distinguir más tipos, o más bien técnicas. Por ejemplo, puede utilizar tales técnicas y métodos, métodos de autoanálisis:
- Escribirse a sí mismo en diferentes hojas de papel. Tome 5 hojas: blanca, marrón, verde, amarilla y azul. O puedes coger hojas blancas lisas y utilizar lápices de diferentes colores. En la primera hoja, describe objetivamente el problema: qué ocurrió y cuándo ocurrió (como un reportaje). En la segunda hoja, describe todas tus emociones y sentimientos negativos relacionados con la situación. En la tercera hoja, describe las emociones y sentimientos positivos que te produce la situación. En la cuarta hoja, describe el problema de forma creativa. Por ejemplo, dibújalo. En la última hoja, analízalo, saca conclusiones y escribe un par de recomendaciones. Así, la solución al problema debe aparecer en la última hoja. Las hojas restantes están pensadas para ayudarte a ver el problema desde distintos ángulos, desde distintas perspectivas.
- Análisis de los sueños. Los sueños son un reflejo de nuestra mente subconsciente, nuestras experiencias, pensamientos y sentimientos. Si se analizan los sueños con regularidad, se puede encontrar una solución al problema en cuestión. Los sueños pueden analizarse en forma de diario. Si te faltan conocimientos, consulta las obras de Freud (escribió mucho sobre los sueños y su significado).
- Diario personal. La tarea consiste en hacer algo cada día para formar hábitos nuevos y útiles y cambiar el pensamiento destructivo. Es decir, identificas un problema y desarrollas un plan para trabajarlo. En el diario describes las situaciones en las que se manifiesta el problema, tus sentimientos, pensamientos y reacciones. También anotas con qué sustituirías estos elementos. Es decir, anotas lo que te gustaría sentir y pensar, cómo te gustaría reaccionar. Y si estás contento con las reacciones, marcas el progreso y simplemente refuerzas el comportamiento.
Nota para uno mismo. Los diarios pueden tener diferentes enfoques: objetivos, gratitud, desarrollo personal, trabajar sobre errores del pasado, etc.
Para el autoanálisis puede utilizarse cualquier técnica aislada. Por ejemplo, cualquier prueba para determinar el nivel de ansiedad, autoestima, resistencia al estrés, habilidades, temperamento, tipo de personalidad, etc. Con la ayuda de métodos aislados de diagnóstico es posible llevar a cabo un autoanálisis con un objetivo muy concreto. Por ejemplo, el autoanálisis de la experiencia y las habilidades, las capacidades, los puntos fuertes y débiles, el estilo de vida, el yo como persona.
El autoanálisis crítico debe analizarse por separado. En este caso, una persona evalúa sus acciones, pensamientos y deseos en términos de moralidad, normas de la sociedad. Durante este análisis, la persona resuelve el dilema «Ser o parecer». La gente recurre a este tipo de autoanálisis en situaciones de difícil elección.
Preguntas para el autoanálisis
Las preguntas para el autoanálisis variarán de un caso a otro. Ya hemos identificado por dónde empezar y cuál es la mejor manera de proceder. Veamos ahora un ejemplo de preguntas para una situación en la que una persona se siente infeliz o simplemente siente cierto malestar.
Preguntas para el autoanálisis de la personalidad de un psicólogo para cada día:
- ¿Cómo de feliz soy? ¿Por qué me encuentro en este nivel en este momento?
- ¿Qué y quién me hace feliz?
- ¿Puedo ser aún más feliz?
- ¿Qué me impide ser más feliz?
- ¿Por qué me impide ser feliz?
- ¿Qué es lo que realmente quiero?
- ¿Por qué no puedo conseguir lo que realmente quiero?
- ¿Cómo puedo librarme de estas limitaciones y por qué no lo he hecho hasta ahora?
- ¿Qué lugar ocupan mis puntos fuertes y débiles en esta situación?
- ¿Qué recursos tengo para ser feliz y qué recursos necesito adquirir?
- ¿Por qué no puedo cambiar mi vida, qué me impide trabajar sobre mí mismo (pensamientos, creencias, miedos)?
- ¿Soy sincero conmigo mismo?
Ya hemos mencionado que en el autoanálisis la pregunta principal es «¿Por qué?». Pero además de ella, ayudarán otras dos preguntas universales: «¿Qué me aporta?», «¿Por qué lo necesito?». Es importante no confundirla con la pregunta «¿Por qué lo necesito?».
¿Por dónde empezar un autoanálisis psicológico? Preste atención al plan universal:
- Identifique un problema, una pregunta. Un autoanálisis — una indagación.
- Observarse en situaciones en las que se manifiesta este problema. Responder a tres preguntas: «¿Qué siento?», «¿Qué percibo?», «¿Qué pienso?».
- Registrar las respuestas razonadas a estas preguntas. Analiza las emociones, los sentimientos y los pensamientos. Registra tus observaciones en tesis, en dibujos y diagramas o en texto completo, como prefieras y como te resulte más cómodo, pero es mejor hacerlo a mano.
- Descansa. Deja que la información se digiera, aparta tu mente del autoanálisis durante algún tiempo (de media hora a 1-2 días).
- Volviendo al análisis del problema. Ahora es el momento de volver a los problemas de los que hemos estado hablando. Desentrañarlo es como una maraña. Si te falta algún conocimiento, encuéntralo. Por ejemplo, has identificado un problema, pero no entiendes las causas. Busca un artículo en Internet (libro de consulta, libro de texto) y familiarízate con las causas probables de tu problema. Pon a prueba en ti mismo los conocimientos adquiridos.
- Desarrolla un plan de acción. Piensa cómo puedes resolver tu problema. Si te faltan conocimientos, consulta de nuevo a fuentes profesionales.
Preste atención. Te darás cuenta de que el autoanálisis ha tenido éxito cuando identifiques tu necesidad, tu deseo del momento. Recuerda que lo principal es vivir en armonía contigo mismo.
Un ejemplo de mi vida
El autoanálisis me ha ayudado y me sigue ayudando regularmente y de muchas maneras. Cada vez que experimento ansiedad interior, emociones negativas, recurro a este método. Como ejemplo, te contaré cómo el autoanálisis me ayudó a hacer frente a un comportamiento autolesiv o-herirme deliberadamente el cuerpo- hace años.
La autolesión adopta muchas formas. A menudo se trata de cortes en el cuerpo. En mi caso había una forma diferente, pero también frecuente: cortarse las cutículas de las uñas. Se trata de la dermatilomanía. Al principio tenía un carácter inconsciente (como suele ocurrir), es decir, notaba ya los dedos rasgados, las heridas sangrantes. Al mismo tiempo, no podía decir cuándo y por qué lo hacía (de nuevo, todo sigue el escenario clásico).
Estas son las preguntas a las que respondí durante el proceso de autoanálisis (ejemplo de redacción de un autoanálisis de mí mismo):
- ¿Qué es el comportamiento autoagresivo? Es una manifestación de la autoagresión.
- ¿De dónde viene la autoagresión? Es una transformación de la agresión dirigida a algo o alguien del mundo exterior. Si no puedes expresar tu ira hacia ese objeto, reprimes la negatividad y entonces se desborda en forma de autoagresión.
- ¿En qué situaciones me autolesiono? Esta fue la más difícil. Durante mucho tiempo no pude llevar el problema a un nivel consciente. Llevé un diario y poco a poco conseguí escribir las principales situaciones.
- ¿Qué es común en estas situaciones? ¿Qué emociones y sentimientos experimento, aparte de la agresión obvia? Irritación, falta de voluntad para hacer lo que tengo que hacer (comunicarme con alguien/otra opción — depende de la situación), enfado.
- ¿Por qué estoy experimentando esto? Porque va en contra de mis verdaderos deseos e intereses. Me estoy obligando a hacer algo que va en contra de mi naturaleza o estoy impidiendo que salga algo importante.
- ¿Cómo me siento cuando me autolesiono? Tranquilo, relajado.
- ¿Quizá hay cosas que tengo miedo de admitirme a mí mismo? Por ejemplo, que una relación con una persona en particular está caducada. O que un trabajo concreto no me aporta alegría ni interés. O que no soy capaz de hablar con calma y directamente de lo que no me gusta, y en su lugar acumulo negatividad.
- ¿Por qué tengo miedo de admitirlo? ¿De qué tengo miedo realmente? ¿De hacer daño a esta persona si rompo con ella? ¿A la incertidumbre si dejo este trabajo?
- ¿Por qué tengo miedo de esto? ¿Qué recursos me faltan para dar el gran paso de ser feliz?
- ¿Dónde consigo los recursos adecuados, las herramientas?
¿Y sabes qué pasó después? Alivio. Todo se aclaró, surgió un plan. Elementos innecesarios fueron eliminados de mi vida, y con ellos se fue la agresividad y, como consecuencia, la autoagresión. Y por si acaso (si algo me pone nerviosa y me enfada), tengo esta técnica: en lugar de dañarme los dedos, tengo que pasarme algún objeto por las manos, por ejemplo, una goma de borrar, una goma del pelo, un bolígrafo, etc. Este método lo recomiendan los psicólogos a todas las personas con tendencia a autolesionarse en situaciones en las que no es posible controlar el impulso. Lo principal es llevarlo todo a un nivel consciente, aprender a rastrear el principio.
Esto fue lo que ocurrió en mi caso. En otra persona con el mismo problema (autolesiones), el autoanálisis individual puede tomar un camino diferente. Por ejemplo, la autolesión es más consciente y la causa es el dolor mental. Muchas personas que se cortan dicen que el dolor físico somete al dolor mental, les distrae. Entonces el plan de corrección será diferente, y las preguntas para el autoanálisis serán distintas. Después de todo, las razones de tal comportamiento son diferentes aquí también.
Conclusión
El autoanálisis es una parte integral de la psicoterapia. Incluso si empiezas a ir a un psicólogo, el especialista te enseñará esta habilidad. La tarea de un psicoterapeuta es enseñar al cliente a enfrentarse a sus problemas por sí mismo, ya que un especialista no siempre puede estar a su lado. El autoanálisis no sólo ayuda a una persona a comprenderse a sí misma, sino que también aumenta las capacidades adaptativas de la personalidad y facilita el proceso de socialización. En mi opinión, debería enseñarse en la escuela como parte del programa general, ya que esta habilidad es la base para mantener la salud mental.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023