Cómo aprender a argumentar y defender tu opinión — consejos prácticos

¿Con qué frecuencia discutes para demostrar tu punto de vista? Algunas personas lo hacen todo el tiempo porque están seguras de que tienen razón, incluso cuando su punto de vista carece de fundamento. Otros evitan las discusiones, creyendo erróneamente que su postura no merece atención. También los hay que, tras haber hecho acopio de argumentos y comprobado los hechos, derrotan con confianza a sus oponentes. ¿A qué categoría pertenece usted? Si pertenece a las dos primeras, ¿es posible cambiar la situación y aprender a defenderse de forma competente a sí mismo y a sus posiciones?

¿Es necesario defender su opinión

Si es necesario defender tu punto de vista

Interesante pregunta, sobre todo si se tiene en cuenta que hay tantas opiniones como personas en el planeta. Y si alguien se ciñe silenciosamente a la suya, los demás piensan que siempre tienen razón en todo. Y eso a pesar de que a menudo su punto de vista no está fundamentado en nada. Tales personalidades discutirán hasta el final, es imposible hacerles cambiar de opinión. Bernard Shaw dijo de ellos: «Todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión, siempre que coincida con la nuestra».

Este comportamiento es erróneo, porque en algunos casos es mejor no obligar al oponente a cambiar de opinión, sino dejar esta conversación para más adelante. Pero ésta es sólo una cara de la moneda. La otra cara está relacionada con el hecho de que en muchas situaciones la vida humana depende de la opinión correcta.

Resulta que es imposible dar una respuesta inequívoca a la pregunta de si merece la pena defender tu punto de vista. Todo depende de las circunstancias.

¿La verdad nace en una disputa

Se dice que esto es exactamente lo que pensaba Sócrates. Sin embargo, en realidad, tocaba temas más profundos que el habitual intercambio de opiniones en tono elevado. Al filósofo le gustaba comunicarse con diferentes personas. No sólo les transmitía su opinión, sino que también recibía mucha información útil. Gracias a ello, nadie permanecía molesto, ofendido o agresivo. Así es la búsqueda de la verdad. No sólo demuestras que tienes razón, sino que también te enriqueces con los conocimientos que tiene tu oponente.

Sócrates creía que la mejor manera de encontrar la opinión más correcta es el diálogo. Y hay que hablar con una persona, no con toda una multitud.

¿Qué conclusión se puede sacar? La verdad en una disputa no nace, porque en el proceso, ninguno de los disputantes no escucha lo que dicen los demás. Cada uno está seguro al 100% de tener razón y mientras su interlocutor expresa su opinión, él medita la respuesta.

Sobre la argumentación se expresó un pensamiento interesante: «La argumentación es el mejor medio para enterrar viva a la Bella Dama — la Verdad».

Razones que le impiden defender su opinión

Los psicólogos identifican tres factores que, de un modo u otro, afectan a nuestra autoconfianza y autojustificación. Veámoslos más de cerca.

Falta de opinión

falta de opinión

Para defender un punto de vista, es necesario tenerlo. Una afirmación bastante lógica. Sin embargo, alrededor del 10% de los habitantes del planeta en encuestas sociales y pruebas diversas eligen ítems como «difícil de responder», «no estoy seguro», «no puedo elegir». Resulta que no tienen opinión propia y obedecen ciegamente la opinión de la mayoría. Este tipo de personalidades se denominan conformistas. También se habla de ellos como «plancton de oficina», que es una masa de gente pasiva e indiferente a todo.

Es curioso que a mucha gente le guste más la gente sin opinión y no le interesen en absoluto los que aún la tienen y la defienden obstinadamente.

Inseguridad

Algunas personas tienen su propia opinión sobre cada tema. Pero consideran que no es digna de atención, no la expresan en el círculo de colegas, amigos y conocidos. Además, evitan a quienes tienen todo en orden en este sentido.

Según los psicólogos, tal inseguridad se asienta en la infancia profunda. Los niños crecen en una familia que no tiene en cuenta su opinión, no les deja tomar decisiones, no confía en ellos y lo controla todo. El niño se da cuenta de que nadie se preocupa por él. Pasan los años y el sentimiento de insignificancia no hace más que empeorar. Y ya un adulto cree que la opinión de los demás es mucho más importante que la suya.

Incompetencia

Incompetencia

De acuerdo, parece ridículo que alguien defienda su opinión en un asunto del que no entiende nada. El que sabe al menos lo básico, se siente seguro de sí mismo y a los ojos de los demás parece digno. A este respecto, Johann Schiller lo dijo muy bien: «No es difícil convencer a los demás».

Qué habilidades se necesitan para defender tu punto de vista

Entonces, ¿cómo aprender a defender tu opinión? Hay algunas pautas.

Confianza en uno mismo

Autoconfianza

Es un rasgo de carácter difícil de desarrollar. Pero si te esfuerzas lo suficiente, lo conseguirás. Recuerda siempre estos momentos:

  1. Tu vida está en tus manos. No debe ser responsabilidad de tus padres, amigos ni de nadie más. Tú eres responsable de tus propios actos y decisiones. Eso significa que tienes todo el derecho a tener una opinión. También tienes derecho a defenderla en caso de que otros intenten hacerte cambiar de opinión o reprimirte sin razón.
  2. Los errores no dan miedo. Forman parte de tu experiencia vital, que te enseña cómo comportarte o no comportarte en el futuro. Recuerda que cualquier decisión que hayas tomado era la mejor para ti en ese momento. E incluso si fue equivocada, no hay personas perfectas, ¿verdad? Y los que creen que lo son, también han pisado repetidamente sus propios «rastrillos».
  3. Tu opinión es la más correcta para ti. Recuérdalo. Si la cambias por la de otra persona, empiezas a vivir la vida de esa persona. ¿Y quieres eso? Es poco probable que la gente te trate de forma diferente después de esto, desde luego no te volverás más importante a sus ojos. De acuerdo, también desagradable para comunicarse con aquellos que siempre están de acuerdo con los demás. Por lo tanto, aprender a no pensar en la opinión acerca de usted. No dude en participar activamente en las conversaciones, escuchar a sus oponentes, pero al mismo tiempo no les permiten humillar y doblar a su punto de vista.

Privarte de confianza en ti mismo puede privarte de confianza y de la historia del interlocutor sobre una rica experiencia en algún asunto. Esto no es un argumento en absoluto, porque se obtuvo en circunstancias que usted no ha experimentado. Cada uno de nosotros tiene su propia experiencia, a veces diferente de la de los demás. Y aunque no sea tanto como nos gustaría. Lo principal es que fuiste tú quien lo consiguió gracias a tus acciones y decisiones.

Autodesarrollo

Aquí también hablaremos de experiencia. Tal vez tengas miedo de discutir por su ausencia. Pero piensa en el hecho de que muchas personas defienden obstinadamente su punto de vista, sin tener ninguna prueba de que sea correcto. No, no son modelos a seguir. Se trata de una cuestión diferente. Una persona que puede demostrar sus palabras con hechos y argumentos siempre adopta una posición más ventajosa.

En vista de lo anterior, es una buena idea reservar tiempo para el autodesarrollo. Sobre todo si sabes que tienes lagunas en un área de conocimiento concreta. Además. Nunca des por sentado que alguien es mejor que tú, más inteligente, etc. Tales razonamientos no sólo son denigrantes. Te convierten en un blanco fácil para quienes gustan de manipular y reprimir.

El arte de la comunicación

Hay una afirmación que dice que el ganador en una disputa no es el que tiene razón, sino el que es capaz de transmitir su punto de vista a los demás. Por eso es importante desarrollar el arte de defender las propias posiciones. No se trata de gritos histéricos y peleas, como en algunas series de televisión y famosos programas de entrevistas. La capacidad de comunicar adecuadamente radica en la resolución de situaciones conflictivas, la capacidad de encontrar un enfoque para cada interlocutor individual, las habilidades oratorias, el dominio al 100% de las expresiones faciales, los gestos y la voz. Es difícil dominar estas habilidades, pero bastante realista.

Argumentación competente

argumentación

Es la opción ideal para los oponentes agresivos. Los psicólogos recomiendan utilizar tres técnicas diferentes. La primera consiste en escuchar atentamente y estar aparentemente de acuerdo con su punto de vista. Sin embargo, después aportas un único argumento de peso, que en un instante demuestra que tienes razón.

La segunda técnica tiene que ver con las respuestas positivas. Estructura el diálogo de modo que, a cada pregunta que hagas, el interlocutor responda afirmativamente. Más tarde, cuando toques temas más complejos, él estará de acuerdo con tu opinión rápidamente y sin dolor.

Y por último, la tercera técnica es el «salami». Presentando hechos y argumentos irrefutables, se prepara poco a poco a la persona para responder con un acuerdo sobre la cuestión principal. Y luego se pasa a discutir los detalles.

Por cierto, bastante eficaz en una discusión es también la re-litigación. Se trata de una técnica en la que paso a paso se lleva al oponente al hecho de que hizo conclusiones opuestas a su punto de vista.

Póngase en el lugar del interlocutor

Hágalo, por supuesto, mentalmente. Suponga que está seguro de que esa persona está fundamentalmente equivocada. Pero él, por alguna razón, demuestra insistentemente lo contrario. Piense por qué lo hace. Una vez que tenga una respuesta a esta pregunta, será más fácil encontrar los argumentos adecuados y hacerle cambiar de opinión.

¿Ayuda la agresividad en una discusión?

agresión argumentativa

Desde luego que no. Y esto tiene una explicación lógica:

  1. Tu argumentación disminuirá. A menudo sucede que una persona que se queda sin hechos y argumentos, simplemente empieza a gritar, mientras cambia a personalidades.
  2. Una disputa con tu oponente no conducirá a nada bueno. Antes se ha dicho que prestar atención a la opinión de los demás sobre ti es una pérdida de tiempo. Y lo es. Pero una cosa es demostrar con calma y competencia tu punto de vista, y otra muy distinta gritar e insultar.

La agresividad no sirve de nada cuando el temperamento no es inherente a ti, sino a tu oponente. Existe la opinión de que si él empieza a gritar, la mejor salida es empezar a devolverle el grito. Pero el resultado no será más que un intento loco de gritarse mutuamente.

Recuerda, si el oponente está gritando e intentando herirte de todas las formas posibles, no tiene nada más que decir. Termina la conversación con calma o cambia de tema.

Recomendaciones para ayudarte a defender tu punto de vista

¿Cómo defender su opinión? Los psicólogos han identificado una serie de consejos sencillos pero eficaces.

Critique la postura, no a la persona

¿Cree que durante una discusión al adversario le interesa su opinión sobre él, su aspecto y otras características? Difícilmente. Lo único que le preocupa es cómo defender su posición. Por lo tanto, no debes precipitarte con comentarios sarcásticos y púas. Esto mostrará tu debilidad y tu falta de argumentos.

Prepárate para criticar de forma constructiva. En tu arsenal deben estar preparadas pruebas de peso que desarmarán al oponente en un santiamén.

A diferencia de las críticas tontas a la propia persona, una postura razonada te presentará bajo una luz favorable.

Utilice hechos probados

hechos comprobados

Una información fiable puede dejar perplejo a tu oponente, incluso cuando está intentando cabrearte con burlas y púas. Y no es necesario dar una conferencia ni volver a contar obras científicas. Basta con proporcionar un par de referencias a los estudios de científicos famosos en este campo. Si tu interlocutor es una persona inteligente, cambiará de opinión.

Presente la información con claridad

Este consejo sobre cómo defender tu punto de vista, en mayor medida se aplica a las disputas en las masas, por ejemplo, en las redes sociales. Cuando exponga su opinión, sea muy preciso. Si es posible, no utilices términos específicos, expresiones inusuales y rebuscadas. De lo contrario, la gente simplemente no le entenderá. Y si utilizas un par de palabras oscuras, descífralas inmediatamente.

Demuestre cortesía

Imagina dos personas completamente distintas. La primera expone su punto de vista de forma digna, utilizando distintas formas de presentación de la información, hechos comprobados y argumentos razonables. Y la segunda se comporta como un pequeño perro que ladra constantemente tratando de atraer la atención de los demás. ¿A quién cree que favorecerá el público? A la primera persona, por supuesto. Por lo tanto, en cualquier circunstancia, compórtese con dignidad, salve las apariencias.

Tenga cuidado al citar a su interlocutor

Citar las palabras de tu oponente es siempre un gran riesgo. Por lo tanto, tenga cuidado. No saque frases de contexto, no añada ni quite palabras sueltas. De lo contrario, se convertirá en el hazmerreír. Mejor, utilizando hechos y argumentos, demuestre paso a paso su caso.

Los psicólogos recomiendan recurrir a las citas sólo cuando estés seguro al 100% de la corrección de tu opinión y de que tienes argumentos que harán añicos la postura del oponente.

Conclusión

Entonces, ¿cómo aprender a argumentar y defender tu opinión? El consejo principal es abastecerse de argumentos sólidos y argumentos que le ayuden a demostrar convincentemente sus argumentos. Al mismo tiempo, tener confianza en sí mismo, aprender a encontrar un enfoque para diferentes personas, no permita que humillarte y manipularte. Todo esto le ayudará no sólo a transmitir sus ideas al interlocutor, sino también, quizá, a animarle a cambiar de postura.

Fecha de actualización: 11-16-2023