Seguramente en el círculo de sus conocidos hay quienes evitan diligentemente cualquier tipo de relación. Esta condición se llama contradependencia. Las personas que la padecen no tienen amigos, cortan bruscamente todos los lazos, cambian a menudo de pareja. Y esto no se debe a que busquen variedad. Simplemente tienen miedo de sentir apego por alguien. ¿Por qué ocurre esto? ¿Hay formas de remediar la situación?
Tabla
Qué es la contradependencia
En términos sencillos, la contradependencia en psicología es el miedo a la intimidad. Una persona desconfía tanto de los demás que intenta evitar por todos los medios el apego, las relaciones serias. Hace todo lo posible para no necesitar a nadie.
El principal principio vital de las personas codependientes es permanecer siempre y en todo solas. Se trata de una especie de reacción de defensa. De esta manera, el individuo se protege de las consecuencias desagradables de acercarse a los que le rodean.
¿Cuál es la diferencia entre contradependencia y codependencia?
Berry Winehold describe las principales diferencias en su libro «Escaping Intimacy. Ridding your relationship of counterdependence — the other side of co-dependence». Destaca cinco puntos:
- Una persona codependiente en una relación centra toda su atención en su pareja. Se preocupa por sus sentimientos, opiniones y emociones. Deja su propia vida en un segundo plano. Una persona codependiente en una pareja se centra más en sí misma. Como resultado, su comportamiento se vuelve repulsivo. Desde fuera parece que nada le importa.
- Las personas codependientes necesitan apoyo constante del exterior. Con las personalidades contra-dependientes ocurre lo contrario. Se creen autosuficientes. Y si lo son, sus parejas no deberían ser peores. Por eso no hay libertad en una unión con una persona así. No sólo no saben aceptar la debilidad, o mejor dicho, no entienden cómo mostrarla. Son maestros en devaluar los esfuerzos de los demás. Sólo que no lo hacen con malicia, sino porque simplemente no se dan cuenta de cómo una persona puede ser débil. Los familiares de tales personas nunca toman la iniciativa en sus propias manos, porque están seguros de escuchar toneladas de críticas en su discurso.
- Una persona codependiente siempre tiende la mano a otras personas. Una persona codependiente, por el contrario, limita o excluye completamente los contactos de su vida. No sólo se encierra en sí misma, sino que no permite que los demás intenten acercarse a ella. Por un lado, parece una forma de defender sus límites personales. Pero, por otro lado, es una forma de protegerse para no acercarse emocionalmente a otras personas.
- Una persona codependiente tiene baja autoestima. Con la contra-dependencia, la situación es justo la contraria. La autoestima de estas personas es demasiado alta, por lo que no saben aceptar las críticas y los comentarios sobre sí mismas. De nuevo, es una forma de protegerse de la intimidad.
- Un compañero frecuente de una persona codependiente es el sentimiento de culpa, y de una persona codependiente, la capacidad de culpar. Esta última busca oportunidades para hacer a los demás culpables de algo y los critica. Las críticas en su dirección provocan una oleada de emociones.
Y un punto más. A los hombres y mujeres codependientes les resulta fácil iniciar nuevas relaciones. Se aferran a su pareja, intentan atarla a sí mismos, controlarla en todo. La separación es dolorosa. Una persona codependiente, temerosa del apego emocional, intenta retirarse. Pero no abandona la relación. Además, la falta de apego y de concentración en la pareja hace que la ruptura les resulte fácil e indolora.
Causas de la codependencia
Ni que decir tiene que las causas del desarrollo de la codependencia en la edad adulta se encuentran en la infancia… Consideremos las dos más importantes:
- Al niño le ocurrió algo desagradable. Y este acontecimiento le convenció de que no se puede confiar en los adultos, así como apegarse a alguien. Esto ocurre si mamá o papá dejan la familia, mueren, etc. También se incluyen los casos en que los padres no muestran sentimientos por el niño, le ignoran, no le besan ni le abrazan. En algún momento, el niño decide que no merece la pena esperar nada bueno y se encierra en sí mismo. Los psicólogos dicen que esta causa de la contradependencia es la principal.
- El segundo factor que provoca el desarrollo de la codependencia es el cuidado materno asfixiante. Imaginemos una familia en la que la madre no trabaja, sino que dedica todo su tiempo a cuidar del niño. No tiene aficiones, intereses ni actividades, ni se entiende con su marido. Encuentra consuelo en el niño. La mujer no sólo exige responsabilidades por cada minuto que pasa fuera de casa, sino que interfiere constantemente en las relaciones con amigos y compañeros. Es lógico que en la edad adulta el niño haga todo lo posible por evitar esos «cuidados».
Hay una tercera razón. No está relacionada con la educación de los padres, sino con trastornos mentales. Entre ellos: narcisismo, esquizofrenia, doble personalidad y otros.
Signos de contradependencia
A primera vista parece que una persona lo tiene todo bien, está llena de energía, tiene muchos amigos y conocidos. Pero, en realidad, la contradependencia le ha privado de todo esto. Si tiene relaciones, son superficiales y a corto plazo. La confianza ni siquiera es digna de mención.
El retrato de una persona codependiente tiene este aspecto:
- Sabe encontrar un lenguaje común con la gente. Sin embargo, en algún momento la relación, ya sea amistosa o romántica, llega a un callejón sin salida, del que no es posible salir.
- En la relación se siente como en una jaula.
- Repele a la gente, corta bruscamente cualquier vínculo.
- Temeroso de que le abandonen, tira y rechaza a la primera.
- En una persona así, una relación es sustituida por otra.
- Le gusta comunicarse con personas que sufren codependencia.
- En cuanto la relación pasa a una fase seria, experimenta una gran ansiedad e incluso miedo.
- Incluso los toques ligeros dan una connotación sexual, por lo que no parecen algo tierno, romántico.
- Salir a propósito con personas que no son adecuadas para él. Esto es lo que hace una persona codependiente para no enamorarse de ellas. Si una persona encaja en todos los parámetros, el individuo sólo tiene amistad con ella.
- Al estar en una relación, nunca pide apoyo. En cambio, se ofende y se enfurruña.
- Evita las situaciones conflictivas, para no acabar equivocándose.
- Cuestiona las aspiraciones y los motivos de los demás.
- Sospecha que los demás quieren defraudar o engañar.
Éstas son las manifestaciones externas de la contradependencia. Sin embargo, esta condición también afecta mucho al mundo interior. Cómo.
- Le gusta criticar, pero al mismo tiempo no tolera que le critiquen.
- Demasiado exigente consigo mismo. Cualquier error es una tragedia para usted.
- Sufres de autocrítica constante.
- No puedes relajarte.
- Se avergüenza si de repente se siente unido a alguien.
- No puede admitirse a sí mismo que sufre de falta de comunicación y vacío interior.
La falta de recuerdos de la infancia puede añadirse a la misma lista.
Contradependencia y autosuficiencia
Mucha gente confunde a las personas contradependientes con las autosuficientes. Y no es de extrañar, porque estas últimas también tienen las características mencionadas. Una persona autosuficiente es igual de desapegada, centrada en sí misma, en sus propios asuntos y preocupaciones, no se deja manipular, no se disuelve al 100% en la pareja. Pero, según los psicólogos, sigue habiendo una diferencia entre estos estados:
- Una persona autosuficiente se da cuenta de que depende de los que le rodean. Para él no es algo terrible e inaceptable, sino una relación sana, una simbiosis.
- La autosuficiencia favorece la comunicación sin miedo ni ansiedad.
- La persona es dueña de sí misma y de su vida.
- Las personas autosuficientes están preparadas para relaciones serias, no tienen miedo a confiar.
Una persona autosuficiente se mantiene independiente. Pero no porque busque la soledad. Tiene objetivos, el deseo de lograr algo en la vida, de realizar algunas ideas.
Los polos opuestos se atraen
Suena con cierto grado de ironía, pero una persona codependiente y otra codependiente son la pareja ideal. La gente suele elegir a la pareja que tiene rasgos de carácter opuestos. La pareja codependiente se siente atraída por el cuidado y la atención de la persona codependiente. Bajo la máscara de insensibilidad e independencia, se esconde profundamente el deseo de amar y ser amado.
Curiosamente, con el tiempo, las parejas cambian de papel. Por ejemplo, una persona codependiente puede cansarse de intentar acercarse, de construir una relación seria. Decide volverse codependiente. A su otra mitad no le queda más remedio que cambiar también de comportamiento. La falta de atención le provoca ansiedad y desesperación, así que intenta por todos los medios recuperarla.
Cómo librarse de la contra-dependencia
La respuesta es sencilla: hay que encontrar un equilibrio. Deshacerse de la contra-dependencia empieza por darse cuenta de cómo es una persona sana. Pero no físicamente, sino psicológicamente. En primer lugar, no necesita la presencia constante de alguien a su lado. Y en segundo lugar, se da cuenta de que no hay nada malo en depender de los demás.
Por supuesto, puedes cuidar de ti mismo y de ti misma. Pero en algunas cosas puedes depender de la persona con la que tienes una relación. Y aunque no pueda darte lo que necesitas, no te quedarás en un «pesebre roto». Estarás bien de cualquier manera.
Date cuenta de que no necesitas depender de alguien por obligación o por miedo. Simplemente comparte una parte de tu vida, intereses, aficiones con tu pareja.
La siguiente etapa consiste en trabajar con lo que desencadena el desarrollo de la contra-dependencia:
- cualquier trauma psicológico de la infancia o delitos infantiles;
- acontecimientos que te hicieron decidir no acercarte a la gente;
- patrones, estereotipos y actitudes limitantes.
A esta lista puedes añadir los miedos y preocupaciones a la hora de entablar relaciones. No tengas miedo a que te hagan daño, te abandonen, etc.
Mis recomendaciones
Entre mis conocidos hay personas que luchan con éxito contra la contra-dependencia. Una de mis amigas, llamémosla Alina, pasó por un divorcio difícil. La relación con su marido ya era tensa, y tras la separación empeoró aún más. Tratando de protegerse de otra decepción y dolor, limitó su círculo social al mínimo. Sus conversaciones en directo las sustituía parcialmente por correspondencia en las redes sociales.
En algún momento Alina se dio cuenta de que no podía seguir así. Así que decidió aprender a confiar de nuevo en la gente. Para empezar, pidió ayuda a un psicólogo, que la ayudó a comprender las razones de la aparición de la contra-dependencia. Resultó que todo venía de la infancia.
Después, siguiendo los consejos del experto, Alina reflexionó sobre cómo le gustaría que fueran sus futuras relaciones, analizó sus miedos y se aseguró de que la mayoría de ellos eran inverosímiles.
Es difícil saber qué pasará después. Pero al menos ahora su amiga ya no tiene miedo de hacer nuevas amistades, no se encierra en sí misma y al menos ha aprendido un poco a confiar en los demás.
Conclusión
¿Qué es la contradependencia? Es el miedo al apego, a la cercanía, un intento de protegerse de la ofensa y la decepción. Este concepto no debe confundirse con la autosuficiencia, porque una persona autosuficiente es claramente consciente de su dependencia de los demás. Si se da cuenta de que se ha vuelto contra-dependiente, actúe. Piense en el origen de este problema e intente encontrar la armonía interior. Date cuenta de que es casi imposible vivir toda la vida solo. Si no consigues deshacerte de tus miedos, no dudes en pedir ayuda a un psicólogo.
Fecha de publicación: 11-16-2023
Fecha de actualización: 11-16-2023