La kinésica es un medio de comunicación. Qué se entiende por kinésica

La kinésica es un conjunto de diversos movimientos corporales que una persona utiliza consciente o inconscientemente en la comunicación para expresar con mayor precisión sus pensamientos y sentimientos. Incluye gestos, posturas, expresiones faciales, mirada y marcha. La kinésica ayuda a comprender al interlocutor a nivel no verbal, a identificar su actitud ante la información y ante la persona con la que habla.

Qué es la kinésica

Qué es la kinésica

¿Qué es la kinésica? Es una ciencia que estudia el papel de los gestos, las expresiones faciales, los movimientos corporales y otras manifestaciones no verbales en el proceso de comunicación. Uno de los primeros estudios sobre kinésica fue realizado por C. Darwin en sus trabajos sobre la expresión de las emociones en animales y humanos. El concepto de «kinésica» fue utilizado por primera vez por R. Birdwhistle en 1952.

A diferencia del habla, las expresiones cinéticas no están tan sujetas al control volitivo. A menudo pueden dar incluso más información que las palabras. Los gestos y las expresiones faciales permiten a una persona transmitir al interlocutor con mayor precisión el significado de lo dicho, expresar su actitud ante la información, revelar detalles. La persona que escucha con la ayuda de medios no verbales lee información adicional, puede distinguir la verdad de la mentira, así como simplemente apoyar al interlocutor y mostrar su concentración en él, por ejemplo, un movimiento de cabeza o expresiones faciales.

Mímica

La mímica son los diversos movimientos de los músculos faciales y sus combinaciones. No siempre es posible contener una sonrisa suplicante o fruncir las cejas. Con la ayuda de las expresiones faciales, una persona sin palabras puede expresar toda una gama de emociones: tristeza, ira, alegría, emoción, sorpresa, deleite, decepción, desconcierto y otras. Más que otras partes de la cara, las cejas y la boca intervienen en los procesos mímicos.

Hay personas con una capacidad muy desarrollada para controlar sus propios músculos faciales. A veces no es posible reconocer correctamente sus emociones o la veracidad de la información. Pueden intensificar las expresiones faciales o, por el contrario, contenerlas. Sin embargo, no siempre es posible controlar completamente estos procesos durante una conversación, por lo que es necesario comparar constantemente las palabras y las expresiones faciales de estas personas.

Mirada

mirada

La mirada y el contacto visual con el interlocutor desempeñan un enorme papel en la comunicación. Los ojos por sí solos pueden expresar desprecio o respeto, interés por la conversación o aburrimiento, confianza o timidez. Incluso las pupilas pueden dar información sobre una persona en un momento dado. Las pupilas dilatadas suelen significar excitación emocional y estado de ánimo positivo, mientras que las pupilas contraídas indican incertidumbre o mal humor.

La frecuencia y duración del contacto visual también son importantes. Una persona segura de sí misma puede comunicarse prácticamente sin apartar los ojos de su interlocutor. También el contacto visual prolongado se establece entre personas que se conocen bien y son cercanas, con las que es posible hablar con franqueza. Las miradas separadas, bajar los ojos al suelo o apartarlos constantemente pueden hablar de la inseguridad de una persona en sí misma o en la información que da. También se manifiestan de forma similar las mentiras, la falta de contacto emocional con el interlocutor y la falta de voluntad para hablar.

Gestos

Los gestos son movimientos arbitrarios e involuntarios de las manos y la cabeza durante la comunicación. Los gestos pueden decir mucho sobre una persona. Los movimientos activos suelen ser inherentes a las personas con orientación extrovertida de la personalidad, con temperamento sanguíneo o colérico, un alto nivel de confianza en sí mismas y una buena autoestima. Los individuos con orientación introvertida de la personalidad, melancólicos, flemáticos, inseguros suelen mostrar una gama de gestos más bien escasa.

Los movimientos de la cabeza y las manos también dicen mucho sobre el estado de ánimo de una persona. Cuanto más activa es la gesticulación, más interesada está la persona en la conversación y en que la escuchen. Las manifestaciones muy débiles de la gesticulación o su ausencia suelen indicar que la persona no está interesada en la conversación. También puede indicar un intento de engañar al interlocutor.

Hay tres grupos principales de gestos:

  • Comunicativos. Se utilizan en todo tipo de comunicación, suelen acompañar a saludos, despedidas, intentos de llamar la atención. Ejemplos: dar la mano o saludar con la mano.
  • Modales. Con su ayuda una persona expresa su actitud ante la información hablada o escuchada. Por ejemplo, un movimiento de la cabeza como señal de aprobación o apartar la mirada para indicar que no se desea continuar la conversación.
  • Descriptivos. Son gestos que tienen sentido en el contexto de la conversación. Por ejemplo, una persona gesticula para mostrar el tamaño del pez que ha pescado o describe con su ayuda la distribución de su casa en construcción.

Hay que entender que en distintos pueblos y culturas los gestos pueden diferir e incluso ser opuestos. Por ejemplo, un simple movimiento de cabeza en algunos países significa acuerdo, y en otros — negación. Otro ejemplo es mover el dedo a la altura de la sien. En Rusia se interpreta como estupidez, en la India como señal de respeto y en Holanda como indicador de ingenio.

Gestos comunes

Los gestos de diferentes personas pueden diferir en su significado, pero hay movimientos generalmente aceptados que son muy comunes en el proceso de comunicación. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, estas manifestaciones:

  • Una persona se toca o se rasca las orejas en señal de que no le gusta la información que está escuchando;
  • frotarse la barbilla — sentirse aburrido y desinteresado;
  • acariciarse la barbilla — pensar y contemplar;
  • Dar golpecitos con los dedos y mirar constantemente el reloj: tiene prisa, está nervioso o impaciente;
  • cruza los brazos sobre el pecho — probablemente no quiere hablar;
  • se frota la nuca — inseguro de lo que ha dicho u oído;
  • se lleva las manos a la cabeza o a la espalda — intenta demostrar su superioridad al interlocutor;
  • se tapa la boca — oculta o no dice algo, posiblemente da información falsa.

Marcha

la marcha

La marcha es el estilo de movimiento de una persona. Puede decir mucho de su dueño. Por ejemplo, una marcha pesada habla de los pensamientos ocupados y el estado depresivo de una persona. Ligera, «voladora»: de ánimo elevado y pensamiento optimista. Una persona encorvada, con la cabeza gacha y arrastrando los pies suele ser insegura, pero enderezada y con la barbilla moderadamente alta — tiene una buena autoestima y mucha confianza en sí misma.

Una persona con una posición vital activa e inclinada a mostrar iniciativa camina con seguridad, con pasos grandes y agitando moderadamente las manos. Las personas inseguras suelen esconder las manos en los bolsillos o detrás de la espalda. La persona pensante camina despacio, como si siguiera cada paso. Con la barbilla alta y las piernas estiradas caminan las personas que intentan demostrar su superioridad sobre los demás.

Postura

Cuando se comunica sobre el interlocutor puede decir mucho acerca de su posición corporal. Este signo también está poco controlado, ya que los padres desde la infancia enseñan al niño a controlar sus gestos y emociones, y rara vez se presta atención a la postura. En el proceso de comunicación, la postura puede cambiar en función del contenido de la conversación y de la relación de los interlocutores entre sí.

Así, los psicólogos distinguen tres grupos de posturas:

  • Abiertas y cerradas. Abierta se manifiesta por una postura relajada, girando el cuerpo hacia el interlocutor, con las palmas de las manos abiertas. Cerradas: cruce de piernas y brazos, desviación del torso respecto al interlocutor, dedos entrelazados, intentos constantes de ocultar las palmas.
  • Dependiente y dominante. Una persona dominante trata de parecer más alta, se cierne sobre el interlocutor, le mira desde arriba, le da palmaditas en la espalda o en el hombro. Una persona dependiente baja la cabeza, desvía la mirada, mira con desgana.
  • Armoniosa y opuesta. En una conversación armoniosa, los interlocutores adoptan posturas adecuadas para cada uno. En el caso de la confrontación, puede haber puños cerrados, se adelanta un hombro, se levanta la barbilla, se colocan las manos en los costados o en los muslos.

Conclusión

La kinésica en psicología es una subestructura del comportamiento no verbal que hace que la comunicación sea más completa. Permite expresar los pensamientos de forma más vívida, reaccionar a lo que se dice sin palabras, comprender al interlocutor con mayor precisión. A la kinésica pertenecen: los gestos, las expresiones faciales, la marcha, la postura y la mirada. Expresan sentimientos, emociones, actitud ante la información dicha u oída, ayudan a describir acontecimientos u objetos con más detalle. Gracias a la kinésica, la conversación se vuelve más rica y comprensible para ambos interlocutores.

Fecha de actualización: 11-16-2023