Trauma por rechazo — qué es, cómo trabajarlo

El trauma por rechazo en psicología es un psicotrauma recibido debido a la frialdad emocional de los padres. El trauma por rechazo hace que la persona se sienta innecesaria, abandonada. No puede conocer al sexo opuesto porque teme ser rechazado. No puede hacer amigos porque es demasiado inseguro y tiene miedo a la traición. No puede encontrar un trabajo decente porque tiene miedo de hacerse un nombre. En raras ocasiones, el trauma por rechazo se forma en la edad adulta debido a un amor no correspondido.

Qué es el trauma por rechazo

Qué es el trauma del rechazo

El trauma por rechazo es un problema psicológico, consecuencia de una educación familiar destructiva. Se forma en aquellas personas que fueron ignoradas o apartadas por sus padres. Una persona con trauma por rechazo está dolida y enfadada con sus padres, pero no puede admitirlo. Todo esto se almacena en el subconsciente y se transfiere al mundo entero.

Freud

Un nombre alternativo para el fenómeno es trauma narcisista o cicatriz narcisista. El concepto fue introducido por Sigmund Freud. Cuanto mayor es el desprecio y el rechazo, la antipatía experimentada por el niño, mayor es la cicatriz, menor es la autoestima de la persona, mayor es el odio hacia sí mismo y hacia el mundo.

Una persona con trauma por rechazo tiene las siguientes características:

  • insatisfacción consigo mismo, negación de su importancia;
  • sentimiento de inferioridad, inutilidad;
  • ignorancia de sus propias necesidades, deseos, capacidades;
  • límites personales borrados, incapacidad para defender la propia opinión e intereses;
  • sentimientos de vergüenza y miedo a la separación de los padres;
  • conflictos intrapersonales;
  • miedo a la intimidad como consecuencia del miedo al rechazo;
  • tendencia a la autodestrucción.

Las personas con síndrome de rechazo entran en el grupo de riesgo de las relaciones adictivas. Necesitan a alguien cuya vida puedan vivir en lugar de la suya propia. Al mismo tiempo, estas personas viven en un estado incierto: si son aceptadas, ellas mismas provocan esa situación para ser alejadas, o ellas mismas alejan a la persona. Sin embargo, puede ocurrir que una persona, por el contrario, tenga miedo de alejar a otra, entonces reprime sus acciones y declaraciones.

Si describimos brevemente el mecanismo del desarrollo del trauma, se trata de la transición del desprecio de los padres al desprecio interior. La persona empieza a odiar en sí misma aquello por lo que fue castigada y rechazada por sus padres.

Causas de aparición

Narcisismo de la madre

Causas del desarrollo del trauma por rechazo:

  1. Narcisismo de la madre. Ve en el niño una prolongación de sí misma, lo acepta sólo en los momentos en que el niño le agrada. La más mínima manifestación de independencia provoca la ira y la frialdad de la madre.
  2. El niño le desagrada, por ejemplo, porque no se le quiere o porque de algún modo no cumple las expectativas. La madre percibe al niño como un problema y, por tanto, delega su crianza en otra persona, como una abuela, o lo abandona por completo.
  3. La madre percibe al niño como un competidor, le transfiere los «pecados» de otra persona o sus propios defectos. Le atribuye cualidades que no tiene, o exagera los defectos existentes, le critica e insulta constantemente.

El trauma del rechazo se forma antes de los 6 años. Su causa es la necesidad insatisfecha de seguridad y estrecha comunicación con la madre. El contacto adecuado con la madre es la base de la futura relación de una persona con el mundo. Si esta base no está presente, es necesario recurrir a la psicoterapia.

Mecanismo de inclusión del trauma por rechazo

jefe que grita a un subordinado

El trauma del rechazo se desencadena cuando las situaciones de la vida adulta se parecen a escenas traumáticas del pasado. Por ejemplo, cuando una persona cercana o un superior se derrumba y empieza a gritar, insultar, criticar. O cuando la persona rechazada muestra agresividad y en respuesta recibe algo como «Ya no eres mi hijo». En esos momentos la persona rechazada se convierte en un niño indefenso, vuelve a sentir los mismos sentimientos que en la infancia, se encuentra en ese mundo.

Cuanto más se repite esto, más se encierra la persona en sí misma. En palabras sencillas suena así: «No soy yo a quien no necesitas, eres tú a quien no necesito». Esto se convierte en una posición de vida estable y se transfiere a todas las personas.

Es importante! Si no se trabaja el trauma en cada momento, se puede encender de forma inadecuada.

Qué sentimientos experimenta una persona durante la experiencia de rechazo

culpa

Durante la experiencia de rechazo, una persona experimenta

  • miedo a la muerte, que esconde el miedo a lo desconocido y a la incertidumbre;
  • agresividad hacia la madre (esto es normal, es importante aceptarlo y reconocerlo);
  • sentimientos de culpa y vergüenza (como consecuencia de la prohibición de expresar agresividad hacia la madre).

Para curar el trauma del rechazo, es importante que te des cuenta de que no es culpa tuya todo lo que ha pasado. Es la debilidad, la inferioridad y el dolor de tus padres. No eran personas maduras, y por eso fueron incapaces de darte el amor que necesitabas.

Cómo superar el trauma del rechazo

integridad humana

La esencia de la superación es devolver a la persona su integridad. El trauma va acompañado de una doble personalidad. El niño rechaza aquella parte de sí mismo (habilidades, intereses, necesidades, rasgos de temperamento y carácter, apariencia, etc.) que no es reconocida por los padres, y cultiva artificialmente en sí mismo lo que agrada a los padres, intentando ser alguien a quien ellos acepten de algún modo. Al final, gran parte de la persona se convierte en sus padres: cruel, fría y crítica. Para una liberación completa, es necesaria una separación psicológica interior de los padres.

Es importante darse cuenta de que de niño dependías mucho de tus padres. Así es como funcionan las relaciones entre padres e hijos. Para estar vivo, alimentado y vestido, amado (sea cual sea la forma pervertida que adopte este amor), el niño tiene que obedecer, complacer, dividirse. No puede oponerse, expresar su agresividad, defenderse por una sencilla razón: tiene miedo de que la relación termine. ¿Es esto relevante en la edad adulta? No. Ya no es necesario defenderse, uno puede mantenerse a sí mismo y vivir a su gusto, puede ser uno mismo, lo que significa que ha llegado el momento de aprender a defenderse, de romper la relación con los padres y de familiarizarse con el amor sano, con uno mismo. ¿Cómo hacerlo?

Cómo superar el trauma del rechazo, un plan paso a paso:

  1. Vivir la peor situación de rechazo. Tienes que imaginarte la peor situación de rechazo y su resolución positiva.
  2. Prohíbase volver a la infancia. Cada vez que sientas rechazo e impotencia, recuérdate que eres un adulto. Siente tu altura y tu peso, endereza la espalda, inhala profundamente y, lentamente, exhala.
  3. Conexión con la realidad. Recuérdate a ti mismo tu edad, tu trabajo y que tienes el poder de cuidar de ti mismo.

Una técnica para trabajar por tu cuenta la experiencia del rechazo:

  1. Paso nº 1: Siéntate en una silla y recuerda la situación de rechazo. Imagina que tu madre está sentada en la otra silla. Dile lo que piensas. No seas tímido. A continuación, habla de la necesidad no satisfecha. Pregúntale a tu madre por qué hizo lo que hizo. Para ello, siéntate en su silla y responde por ella.
  2. Etapa 2. Siéntate en la silla de tu madre e imagina que eres ella. Recuerda todos los detalles posibles: su ropa, su pelo, su constitución, etc. Siente cada elemento. En la otra silla, imagínate en el papel de un niño, responde a la dirección que acabas de expresar a tu madre.
  3. Tercera etapa. Coloque la tercera silla. Imagina que eres un adulto sentado en ella. Y tú eres tu yo real ahora en el papel de un niño. Pide a tu yo adulto que te dé lo que la madre no pudo darte. Exprésale tus necesidades.
  4. Paso nº 4. Siéntate en la tercera silla. Ahora estás en el papel de adulto, eres tú. Mírate en el papel de niño, responde algo a la petición, expresa sentimientos cálidos, di que cuidarás de este bebé. Por último, di las palabras: «Me siento tranquilo, el miedo ha desaparecido. Puedo cuidar de mí mismo».

Nota Es mejor llevar a cabo esta técnica bajo la supervisión de un especialista, porque para las personas no entrenadas los intentos de trabajar el problema por su cuenta son una retraumatización peligrosa.

Un caso de mi práctica

Con el permiso de la clienta, cuento brevemente su historia. Una mujer joven, de 30 años. Acudió a mí con un problema de miedo a las relaciones y, en general, de insatisfacción con su vida. Antes había tenido relaciones dolorosas y dependientes, que terminaron con el hecho de que el hombre la engañó y la dejó. Y al romper, describía el acto de engaño en colores y señalaba con detalle cómo el nuevo elegido era mejor que esta chica.

Al principio, la clienta estaba atormentada por malos pensamientos, quería morir. Lo único que la salvó fue no querer disgustar a su madre. Lo cual, como ella misma señala, es extraño, porque en la infancia era a menudo su madre quien provocaba su deseo de desaparecer de este mundo. A eso nos aferramos y empezamos a buscar en el pasado.

Desde muy pequeña, su madre le metió a la niña en la cabeza la idea de que era fea. Su madre tenía una opinión muy distinta de sí misma (narcisista como ella sola). Nariz grande, pantorrillas gordas, baja estatura: una pequeña parte de los «piropos» que la niña escuchaba cada día. Más aún: el mundo interior de la niña también sufrió una reestructuración. Su madre la veía como una pianista. La obligaba a practicar cinco horas diarias. Y la niña lo intentaba, practicaba entre lágrimas, pero su madre nunca estaba satisfecha con el resultado.

Así se formó el odio de la niña hacia su aspecto, su baja autoestima y sus múltiples complejos. Y paralelamente, desarrolló un odio hacia su madre y hacia la música. Por cierto, la chica trabajaba como profesora en una escuela de musica. Con la fama mundial de alguna manera no le fue bien, pero la chica no sabia otra cosa y no sabia como hacerlo, asi que sucedio.

Por supuesto, su madre no se olvidó de reprochárselo. En general, quedó claro que el problema no estaba en su relación con los hombres, sino en la relación con su madre. Para la curación utilizamos el psicodrama, el método de asociaciones libres, sesiones de psicoterapia cognitivo-conductual. Se utilizaron técnicas de diagnóstico (identificación de capacidades, aptitudes, intereses, etc.) para comprender el potencial interno de la personalidad.

Conclusión

El trauma del rechazo no se cura en un entrenamiento de crecimiento personal ni en casa. La curación es un proceso complejo y doloroso que sólo debe tener lugar en la consulta de un psicólogo. El trauma del rechazo requiere un enfoque estrictamente individual, el progreso muy lento. En este caso, no puede haber una receta general, por lo que las recomendaciones presentadas en el artículo debe ser considerado como una guía aproximada.

Fecha de actualización: 11-16-2023