Traumas psicológicos de la infancia: cómo superar los traumas psicológicos

Traumas psicológicos de la infancia se producen en casi todas las personas, pero para el desarrollo de algunas personas que no tienen una fuerte influencia, para otros son un factor de violaciónes de todos los aspectos de la psique. La profundidad del trauma depende de las características individuales-psicológicas de una persona, la frecuencia y duración de la exposición a factores negativos y el tipo de evento traumático.

Los traumas psicológicos graves se corrigen mejor con un especialista inmediatamente después de producirse o a la primera oportunidad, aunque hayan pasado una docena de años. Los psicotraumas no tratados dejan huellas desagradables en la psique, el comportamiento y el estado de una persona: desde timidez y depresión hasta agresividad y comportamiento destructivo.

Causas de los psicotraumas infantiles

Acciones violentas por parte de adultos

La causa de un trauma psicológico infantil puede ser cualquier acontecimiento que tenga una gran importancia a los ojos del niño. A veces a los adultos no se les ocurre que infligen tales traumas al niño, y éste se siente en un estado muy traumatizado. Pero las causas y factores más comunes en la formación de psicotraumas infantiles pueden dividirse en varios grupos:

  1. Enfermedades. Puede tratarse tanto de una enfermedad grave con un tratamiento largo, como de catarros constantes, que limitan al niño en las alegrías de la infancia. Se siente indefenso, débil, le preocupa que su desagradable estado sea para siempre. Después de crecer y superar la enfermedad, una persona a menudo se vuelve excesivamente atento a su salud, constantemente en busca de síntomas, se somete a exámenes y comienza a preocuparse por el hecho de que una nariz que moquea ordinaria puede convertirse en algo más serio.
  2. Acciones violentas por parte de los adultos. A menudo, los padres, tratando de «criar a una persona de verdad» y deseando al niño «lo mejor», le presionan constantemente, utilizando métodos de violencia psicológica y física: gritos, ignorar, castigos físicos. En una línea aparte puede señalarse la violencia sexual, cuyas consecuencias sólo pueden ser tratadas por especialistas con formación psicoterapéutica. Como resultado de las acciones violentas en el niño se forma el miedo, la inseguridad, la baja autoestima o la agresividad y el odio hacia el mundo entero.
  3. Traición por parte de los adultos. El divorcio de los padres, la injusticia hacia el bebé y hacia los demás son las causas más comunes de este grupo. La persona se forma un sentimiento de culpa, dificultades en las relaciones con la sociedad.
  4. Falta o grave falta de atención de los padres hacia el niño. Si en la primera infancia no recibe amor, afecto, aceptación, cuidados y contactos táctiles, en la edad adulta tendrá dificultades para mostrar tales acciones a otras personas, lo que complicará su interacción con la gente, especialmente — con el sexo opuesto y sus propios hijos.
  5. Muerte de un familiar. Un acontecimiento así pone patas arriba la vida del niño, que se cierra, deja de comunicarse y cambia su visión del mundo. En este caso, las consecuencias pueden ser muy diferentes. Será mejor que el niño las afronte bajo la supervisión de un psicoterapeuta.
  6. Dependencia de los padres. Un niño abandonado a sí mismo y que se siente constantemente responsable de los adultos, rara vez crece como una persona psicológicamente sana.

Tipos de traumas psicológicos

Trauma por rechazo

Todos los traumas psicológicos de la infancia pueden dividirse en 5 grupos:

  1. Trauma por rechazo. Este tipo incluye la traición, el abandono, el destierro, los celos de los padres hacia sus hermanos.
  2. Trauma de ruptura de relaciones. Incluye conflictos graves, peleas, frases de los padres como «ya no eres mi hija», «no quiero verte», «considérame muerta para ti».
  3. Trauma por pérdida. Se trata de pérdidas de familiares cercanos a los que el niño está unido.
  4. Trauma relacionado con la salud. Un diagnóstico grave, en el que los adultos están constantemente preocupados, y el propio niño experimenta todo tipo de molestias asociadas al tratamiento: dolor, miedo, indefensión e impotencia.
  5. Trauma de la violencia. Desde una edad temprana, sentimiento de injusticia, sensación constante de miedo e indefensión y falta de límites personales psicológicos y físicos.

No todos los traumas psicológicos que se producen en un niño a lo largo de su vida entran en estos grupos, pero esta clasificación es la más completa que existe.

Síntomas de los traumas psicológicos

Cada niño experimenta los traumas psicológicos infantiles de forma individual, pero todos los signos pueden dividirse en dos grandes grupos: psicológicos y fisiológicos.

Síntomas psicológicos

retraimiento infantil

Son cambios en el comportamiento y el estado emocional del niño que aparecen de forma brusca y repentina tras un acontecimiento psicotraumático.

  • Cambios bruscos de humor;
  • sentimiento de culpa. En los niños se expresa con palabras: «es por mi culpa», «si no fuera por mí, esto no habría pasado»;
  • ansiedad. Se puede notar por el comportamiento: el bebé esconde los ojos, intenta pasar desapercibido, se frota constantemente algo en las manos, realiza acciones compulsivas;
  • sensación de abandono. Se manifiesta en las frases «nadie me quiere», «estoy solo», «nadie puede ayudarme»;
  • confusión y problemas de concentración. El niño no puede concentrarse en las acciones que realiza, está constantemente distraído por sus pensamientos;
  • reticencia. El bebé no quiere hablar ni siquiera con aquellos con los que solía comunicarse con placer, no disfruta con la llegada de amigos, no se incluye en la comunicación con compañeros conocidos.

Síntomas fisiológicos

Alteraciones del sueño en el niño

Se trata de cambios en el comportamiento que implican procesos fisiológicos.

  • Alteraciones del sueño. El niño no se duerme bien, se despierta por la noche, tiene pesadillas;
  • palpitaciones
  • aumento de la fatiga y disminución de la
  • tensión muscular;
  • comportamiento inquieto.

Si hay varios signos al mismo tiempo, merece la pena ponerse en contacto con un psicólogo para que le asesore y diagnostique el estado del bebé.

Consecuencias de los traumas psicológicos

Consecuencias de los traumas psicológicos

Los traumas psicológicos ocurridos en la infancia y no trabajados con un especialista acarrean graves consecuencias, algunas de ellas bastante inesperadas.

  • Las acciones violentas por parte de los adultos suelen provocar trastornos alimentarios, entre ellos: obesidad, bulimia y anorexia. Esto se debe a que la persona intenta disfrutar de la comida desde la infancia, pero a menudo no está preparada para aceptar que su cuerpo cambie de tamaño. Cuanto más se preocupa por su cuerpo, más come. Sólo los especialistas pueden romper este círculo vicioso.
  • Los padres con adicción crían a un niño psicológicamente traumatizado que intenta tenerlo todo bajo control, le cuesta acostumbrarse a nuevas condiciones y personas, tiene miedo a cometer errores, relajarse y simplemente divertirse. Suele ocurrir cuando el niño desde pequeño tiene que asumir funciones no infantiles de los adultos en la vida cotidiana y la vida.
  • Maltrato emocional. El niño no puede protegerse de declaraciones cáusticas, tiene miedo de expresar su opinión y pensamientos, siente ansiedad constante antes de decir algo. Un niño así se convierte en el adulto correspondiente: tímido ante su propia opinión, con miedo a ser rechazado por un pequeño error en sus declaraciones.
  • Maltrato y violencia física. Habiendo aprendido desde la infancia a complacer a los demás por el bien de su propia seguridad, una persona en la vida adulta no sabe cómo negarse, cede fácilmente a la manipulación y no sabe cómo establecer límites psicológicos.
  • Falta de elección. Si desde pequeño el niño no tuvo oportunidad de elegir, constantemente criticaba sus deseos y la presión de los adultos con las palabras «quiero lo mejor», al hacerse adulto ya no está preparado para hacer esta elección. A menudo cede a cualquier persuasión, aunque vaya en contra de sus propias opiniones, planes, necesidades y deseos.
  • Divorcio de los padres. En la mayoría de los casos, los niños se sienten culpables por este acontecimiento. Como consecuencia, de adultos, se exigen demasiado a sí mismos y a su futura pareja, lo que a veces provoca dificultades para encontrar cónyuge.

Etapas de la experiencia del psicotrauma

Cólera del niño

Podemos distinguir 5 etapas de la vivencia de un trauma psicológico en los niños:

  1. Negación. El niño está en estado de shock, no está preparado para aceptar lo que le está ocurriendo en ese momento, por lo que su psique intenta protegerse. Por ejemplo, el bebé se niega a creer que su madre no quiera fijarse en él por alguna falta.
  2. Enfado. El pequeño ve que lo que ha pasado es muy real. No está de acuerdo, se enfada y se cabrea, incluso puede destrozar y romper todo lo que le rodea. Si la situación no cambia y su madre sigue ignorándole, tras el estallido emocional se pasa a la siguiente fase.
  3. Negociación. El bebé intenta negociar: «Mamá, me portaré bien», «Mamá, por favor, háblame y lo arreglaré todo». Si mamá se mantiene inflexible, el bebé empieza a estar realmente afligido.
  4. Pena. El niño llora y solloza, dándose cuenta de que la relación anterior ya no puede volver.
  5. Aceptación. El niño aprende a vivir con el hecho de que la relación con mamá ha cambiado y no volverá a ser la misma.

Por supuesto, en este ejemplo, la situación es un poco exagerada, y el trauma del abandono no se inflige de golpe, sino con repeticiones periódicas. Pero con cualquier trauma, el niño pasa por estas etapas. Cuanto más grave es el trauma, más se alargan en el tiempo las etapas.

Cuáles son los peligros de los traumas psicológicos infantiles

Dificultades de socialización del niño

Cualquier trauma, sea del tipo que sea, tiene un grave impacto negativo en el proceso de socialización del niño. El niño tiene dificultades para hacer amigos, comunicarse con gente nueva, adaptarse a nuevas condiciones y al colectivo. En un niño con trauma psicológico, la psique es propensa a la formación de obsesiones, miedos y sociofobia.

Las consecuencias de los traumas psicológicos infantiles en los adultos se manifiestan en un alto riesgo de desarrollar depresión, en la que un enorme sentimiento de culpa puede destruir todos los aspectos de su vida.

Según la psicología, los traumas infantiles en la edad adulta, debido a las tensiones experimentadas, se convierten en un trastorno obsesivo-compulsivo, caracterizado por la realización de extraños comportamientos protectores bajo la influencia de compulsiones ilógicas.

Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos

Ayuda de los padres en los traumas psicológicos del niño

Lo principal que pueden hacer los padres para ayudar a un niño con un trauma psicológico es cambiar la estrategia de sus influencias educativas por otra más benévola. Para ello, es necesario llegar a un nivel suficientemente alto de conocimientos psicológicos y pedagógicos. La tarea principal es crear un entorno cómodo para el bebé, en el que pueda desarrollarse plenamente y socializar sin ansiedad ni miedo.

Para confiar en la corrección de sus acciones, así como para obtener ayuda más especializada sobre cómo superar un trauma psicológico infantil, es necesario ponerse en contacto con un psicólogo o psicoterapeuta.

Métodos de ayuda psicológica a un niño con trauma psicológico

arteterapia para niños

¿Cómo superar un trauma psicológico infantil? En la mayoría de los casos, al niño le ayudan los siguientes métodos de trabajo psicológico:

  1. Diferentes tipos de terapia artística. En los dibujos, cuentos de hadas, modelado, el niño se libera de las emociones negativas, habla a través de sus sentimientos, tiene la oportunidad de ver la situación desde diferentes lados.
  2. Terapia de arena. Permite relajarse, ponerse en el lugar de otros participantes de los acontecimientos, representar diferentes opciones para resolver tal o cual situación.
  3. Trabajo en grupo. Adecuado para niños mayores de 10 años. El niño, al ver que no es el único que ha tenido que pasar por situaciones traumáticas, siente apoyo psicológico y adquiere más confianza en sí mismo.
  4. Terapia conductual. Ayuda al niño a reforzar en su comportamiento formas de prevenir el trauma. Por ejemplo, el niño aprende a enfrentarse a los maltratadores que utilizan el abuso psicológico.
  5. Terapia cognitiva. Permite al niño aprender a anteponer los procesos cognitivos a los emocionales, lo que le hace menos susceptible al trauma psicológico.

No debe intentar deshacerse del trauma psicológico infantil por su cuenta si no tiene la experiencia psicológica necesaria, ya que esto sólo puede empeorar la situación.

Trabajar con adultos que han sufrido un trauma psicológico infantil

Técnica de la silla vacía

A menudo, los adultos con diversos síntomas, cuya causa en un trabajo psicoterapéutico profundo resulta ser psicotraumas recibidos en la primera infancia, acuden a un especialista. En este caso, también es posible trabajar estos traumas y mejorar así la calidad de la vida futura de la persona.

  • Técnica de la silla vacía. El terapeuta invita al paciente a imaginar que en una silla vacía frente a él se sienta una persona significativa para él, con la que están relacionados los acontecimientos psicológicamente traumáticos. De este modo, la persona puede expresar sus emociones y sentimientos, trabajando así con su propio trauma. También se le invita a sentarse en esta silla vacía y a ser esa persona, a responder a sus preguntas en su nombre, a intentar explicar su comportamiento. Esta técnica ayuda a la persona a revivir todos los acontecimientos, pero bajo el control de un psicoterapeuta, que podrá dirigir el curso de la situación en el tiempo en una dirección menos traumática.
  • Terapia de esquemas. Con la ayuda de métodos como diálogos, juegos de rol, elaboración de diarios y enseñanza de habilidades conductuales, el psicoterapeuta cambia el esquema de la percepción que la persona tiene de sí misma, ayuda a superar los miedos y corrige el deseo del paciente de evitar situaciones desagradables.
  • Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares. Se trata de una técnica especial que ayuda a deshacerse de la reacción habitual del paciente ante un trauma psicológico. La esencia del método consiste en que una persona, observando con los ojos algunos objetos en movimiento, intenta concentrarse en sus sensaciones internas relacionadas con el trauma. En este caso, el trabajo de ambos hemisferios del cerebro se activa simultáneamente, como resultado de lo cual los recuerdos dolorosos se vuelven menos traumáticos.

Mi consejo

El principal deseo de los padres es cuidar la psique de su hijo desde la más tierna infancia. Intenta construir con él una estrategia de comportamiento en la que el bebé se sienta cómodo:

  • sentirse querido y necesitado;
  • no sentirse humillado;
  • no ser objeto de violencia psicológica y física;
  • saber que casi cualquier problema puede resolverse junto a personas cercanas.

No está mal enseñar a un niño a expresar sus sentimientos: «estoy enfadado», «estoy triste», «estoy triste», para que en caso de una situación psicológicamente traumática pueda expresar todo lo que está viviendo. Esto le ayudará a liberarse de tensiones innecesarias.

También merece la pena enseñar al bebé formas seguras de descargar emociones negativas: hacer garabatos en una hoja de papel, romper el papel, golpear una almohada.

Si tiene dudas sobre cómo comportarse correctamente en caso de trauma psicológico en un niño o sobre cómo prevenirlo, puede ponerse en contacto con un psicólogo, por ejemplo, que forme parte del personal del centro educativo al que asiste el niño o adolescente.

Conclusión

Los traumas mentales de la infancia pueden causar graves daños en la psique del niño. Surgen debido a diversos factores: educación inadecuada, divorcio de los padres, problemas de salud y otros. Las consecuencias de un trauma psicológico pueden ser dificultades de comunicación e interacción con la gente, baja autoestima, trastornos obsesivo-compulsivos e incluso comportamiento delictivo. Para trabajar con ello, lo mejor es acudir a un psicólogo o psicoterapeuta: ellos podrán proporcionar ayuda adecuada con los traumas psicológicos infantiles y encontrar formas de superarlos, independientemente del tiempo que haya pasado desde el suceso traumático. Es decir, los traumas infantiles pueden trabajarse en la edad adulta.

Fecha de actualización: 11-16-2023